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[CONVOCATORIA] FORMACION DE ANIMADORES Y EQUIPOS DE SALUD POPULAR CEBMX - 2021

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jueves, 28 de octubre de 2021

Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios (Para laPastoral de la Salud)

 

Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios (Para laPastoral de la Salud)


Autoridades

Presidente
Mons. Zygmunt Zimowski

Secretario
Mons. José Luis Redrado Marchite

¿Qué es?

Con el Motu Proprio "Dolentium hominum" del 11 de febrero de 1985, Juan Pablo II instituyó la Pontificia Comisión para la pastoral de los Agentes Sanitarios, que con la "Pastor Bonus" de 1988 pasó a llamarse Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios.

Tiene como objetivos: estimular y promover la labor de formación, de estudio y de acción desarrollada por las diversas Organizaciones Internacionales Católicas (O.I.C.) en el campo sanitario como también por otros grupos y asociaciones que trabajan en este sector, en niveles diferentes y de varias maneras.

El Consejo se encarga también de coordinar las actividades de los distintos Dicasterios de la Curia Romana en relación con el mundo sanitario y sus problemas. Difunde explica y defiende las enseñanzas de la Iglesia en materia de sanidad y favorece su penetración en el ejercicio sanitario. También mantiene contactos con las Iglesias locales y, en particular, con las Comisiones episcopales que se ocupan del mundo de la sanidad. Otros cometidos son: seguir con atención y estudiar orientaciones programáticas e iniciativas concretas de política sanitaria, tanto a nivel internacional como nacional, con el fin de advertir su relevancia y consecuencias en la pastoral de la Iglesia. Para cumplir su misión, el Consejo pide la colaboración de expertos y constituye grupos de trabajo "ad hoc" sobre determinadas cuestiones.

El Pontificio Consejo está compuesto por su Presidente, el Secretario y el Subsecretario, además de un equipo de Oficiales. Los Miembros y Consultores, nombrados por el Papa, representan a algunos Dicasterios y Organismos de la Curia Romana, al episcopado, Ordenes religiosas hospitalarias y laicos que trabajan en el campo sanitario.

El Presidente, el Secretario y el Subsecretario participan en reuniones interdicasteriales y en congresos y conferencias relacionadas con el mundo sanitario. Todos los años, en noviembre el Dicasterio organizada en el Vaticano una Conferencia Internacional sobre temas que conciernen al mundo de la ciencia y de la medicina.

Sus encuentros con Obispos venidos a Roma para realizar su visita "ad limina" permiten al Consejo conocer más directamente los diferentes problemas de pastoral sanitaria de las Iglesias locales. Asimismo, es importante su colaboración con Representantes pontificios para la labor de sensibilización sobre problemas sanitarios en las respectivas Legaciones.

Con una Carta Pontificia del 13 de mayo de 1992, Juan Pablo II instituyó la Jornada Mundial del Enfermo, que se celebra el 11 de febrero, fiesta de la Virgen de Lourdes, en un lugar diferente cada año. Para esa ocasión, el Papa nombra a un Enviado especial que lo represente en las celebraciones de ese día.

El Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios edita la revista cuatrimestral "Dolentium Hominum" - Iglesia y salud en el mundo, redactada en italiano, español, francés e inglés.

E-mail: opersanit@hlthwork.va


domingo, 24 de octubre de 2021

22oct, DÍA MUNDIAL DE LA MEDICINA TRADICIONAL - 2021

 22oct, DÍA MUNDIAL DE LA MEDICINA TRADICIONAL


La OMS, en 1991, estableció el 22 de octubre de cada año para conmemorar el "Día Mundial de la Medicina Tradicional", a través de la Declaración de Beijing, con el objetivo de rescatar, preservar, impulsar y difundir ampliamente el conocimiento de la medicina, los tratamientos y las prácticas tradicionales.
Hermanas y hermanos curanderos, guardianes de la sabiduría ancestral, hacedores de conocimiento milenario, que nuestra misión por la salud sea el camino y no otro, por que sigamos en hermandad y logremos la unicidad, hoy es un día de celebración para todos, ya que la medicina une a pueblos,

lunes, 18 de octubre de 2021

Byung-Chul Han: pensar (en) el capitalismo - 2014

 

Byung-Chul Han: pensar (en) el capitalismo


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También en filosofía puede cumplirse el viejo refrán: “los buenos perfumes se venden en frascos pequeños”. En las apenas ochenta páginas que componen La sociedad del cansancio (Herder), y a través de una prosa que requerirá del lector la máxima atención, Byung-Chul Han (profesor de Filosofía y Teoría de los medios en la Escuela Superior de Diseño de Karlsruhe) erige todo un análisis del estado de la sociedad occidental. A medio camino entre la filosofía y la teoría de la psicología, Han esgrime las razones fundamentales de por qué hemos caído en un cansancio tenaz producido por la sobreexposición a diversos estímulos que nos alejan de la necesaria reflexión.

Hoy en día vivimos en un mundo muy pobre en interrupciones –asegura el autor–, en entres y entretiempos. La aceleración suprime cualquier entre-tiempo.

“Solo lo muerto es totalmente transparente”.

Como ya apuntara Nietzsche en Humano, demasiado humano, alertando de los peligros propios de la hiperatención (en contraposición al estudio detenido y la contemplación), “a los activos les falta habitualmente una actividad superior, en este respecto son holgazanes. Los activos ruedan, como rueda una piedra, conforme a la estupidez de la mecánica”. Estar “a todo”, como comúnmente se dice, refleja una actitud carente de interés crítico, de análisis meditado de cuanto nos rodea. Consumismo, trabajo, mercado global, una oferta cultural inabarcable… Vivimos rodeados de aguijones que, de manera constante, inyectan en nosotros la incapacidad para detenernos y pensar.

Este “exceso de positividad”, como Han lo llama, se manifiesta “como un exceso de estímulos, informaciones e impulsos. Modifica radicalmente la estructura y economía de la atención. Debido a esto, la percepción queda fragmentada y dispersa”, se hace veleidosa, caprichosa. Sólo atiende a la voz del deseo. Parece que nuestra mente queda atada a los excesos de nuestro entorno, convertida en puro autómata.

El futuro se acorta convirtiéndose en un presente prolongado. Le falta cualquier negatividad que permita la existencia de una mirada hacia lo otro. […] La dispersión general que caracteriza la sociedad actual no permite que se desplieguen el énfasis y tampoco la energía de la rabia. La rabia es una facultad capaz de interrumpir un estado y posibilitar que comience uno nuevo.

Nuestra razón, de este modo, se hace vaga; ya sólo desea aquello que la mantiene ocupada, sin importarle el contenido de la acción. Por eso quiere lo igual, lo que de ninguna manera niega la satisfacción de sus querencias. Aquel exceso de positividad (sobreabundancia de estímulos), asegura Han, “significa el colapso del yo que se funde por un sobrecalentamiento que tiene su origen en la sobreabundancia de lo idéntico“.


¿En qué sentido, entonces, está “cansada” la sociedad? Nos hemos hartado, afirma el autor, del carácter enigmático y problemático de la otredad y la extrañeza. Nuestro objetivo prioritario es pasar el tiempo realizando actividades que no alteren el estado normal de nuestra conciencia, que no molesten, que no requieran reflexión, meditación: un alto en el camino. Somos “sujetos de rendimiento” que creemos vivir en libertad, aunque la realidad es muy otra: nos hallamos “tan encadenados como Prometeo”, figura programática de la sociedad del cansancio.


Para Byung-Chul Han, debemos deshacernos de esta actitud que nos deja desarmados, sin herramientas adecuadas para afrontar críticamente nuestro día a día. Y peor aún, nos aísla en nuestro interior. El diálogo interpersonal deja paso a la más estúpida palabrería que, al fin y al cabo, se parece mucho al silencio: sólo importa hablar por hablar, hacer que el tiempo pase, desasirnos de nuestra condición finita.

En contraste con este hastío generalizado del no-hacer, necesitamos sentir un auténtico y profundo cansancio, producto de una actividad plena. A través de él, se despierta una “visibilidad especial”, un “cansancio despierto” que permite el acceso a una “atención totalmente diferente, de formas lentas y duraderas que se sustraen de la rápida y breve hiperatención”.

Una lectura imprescindible y muy enjundiosa (desde el punto de vista filosófico, sociológico y lingüístico) para comprender los síntomas de una sociedad a la que, a fuerza de estímulos, se le ha provocado “el infarto del alma”.

Tras el rotundo éxito de su enjundiosa reflexión sobre La sociedad del cansancio, en la que Byung-Chul Han afirma que una nueva concepción del tiempo ha irrumpido fatalmente en el funcionamiento de los grupos humanos, conduciéndolos al vaciamiento de todo sentido, este filósofo de origen coreano estudia en la segunda de sus obras que publica Herder -caracterizada como es su costumbre por la brevedad y la densidad- el concepto de “transparencia”, de tanta actualidad.



Al contrario de lo que suele pensarse y proclamarse desde diferentes medios, Han observa en lo transparente un mecanismo de igualación y homogeneización de lo diferente, pues si algo no permite la sociedad de la transparencia son las “lagunas de información ni de visión”. Todo ha de estar lleno, carente de vacío: nos encontramos rodeados de información, tanta, que “hoy se atrofia la facultad superior de juzgar a causa de la creciente y pululante masa de información” a la que nos sometemos diariamente.

Ya Nietzsche (referente constante de Han) expresaba en La voluntad de poder, como ideario de una nueva ilustración, la necesidad de poseer una “voluntad de la ignorancia y aprenderla”, pues debemos comprender que, sin ella, “la vida misma sería imposible” y que la propia ignorancia es una parte inherente de la vida humana merced a la cual “únicamente prospera y se conserva lo que vive”. Han hace suya la tesis nietzscheana y asegura que sólo lo que es totalmente transparente está muerto y, por tanto, carece de toda capacidad de atracción. Pues, como ya apuntara Sennett, “la autonomía significa aceptar en el otro lo que no entendemos”.



Byung-Chul Han demanda al lector una actitud de distanciamiento de la que carecemos en la actualidad. Con el dominio capitalista, el mundo se ha hecho, de forma irreverente, desvergonzado y desnudo, incluso “pornográfico”. Hemos de aceptar el “desgarro” que atraviesa el alma humana, que ni siquiera permite al yo estar de acuerdo consigo mismo, para hacer frente a la violencia de la que se encuentra repleto el concepto de transparencia. Una violencia que se traduce en imperativo: todo cuanto no se somete a la visibilidad se vuelve sospechoso, “sé transparente”. Y de lejos, como un murmullo, escuchamos la inolvidable cita de Peter Handke: “Vivo de aquello que los otros no saben de mí”.

La transparencia se ha convertido casi en un dogma: se pide desde el estrado político, desde los medios informativos y desde diversas plataformas ciudadanas. Pero ¿es la transparencia un concepto, precisamente, transparente?

Byung-Chul Han obliga al lector a replantearse lo que, en demasiadas ocasiones, damos por sentado. Y es que, como escribe en las primeras líneas de este librito indispensable para entender nuestro presente…

… las cosas se hacen transparentes cuando abandonan cualquier negatividad, cuando se alisan y allanan, cuando se insertan en el torrente liso del capital, la comunicación y la información.

Nuestra sociedad es, a ojos de Han, el “infierno de lo igual”, de lo homogéneo, y la transparencia se ha convertido en su auténtico profeta, en una coacción sistémica que “se apodera de todos los sucesos sociales y los somete a un profundo cambio”, haciendo de la sociedad un constructo que se estabiliza y acelera al gusto de las clases dirigentes.

En La sociedad de la transparencia se traza un desgarrador y motivador retrato de nuestra sociedad occidental, donde Han intenta explicar que transparencia y verdad no son idénticas. Esta última cuenta con una negatividad (algo oculto, que se esconde y empuja a la indagación crítica) de la que la transparencia carece. A fin de cuentas, “más información, más comunicación no elimina la fundamental imprecisión del todo. Más bien la agrava”.

La negatividad de la separación (secreto, secretus), de la delimitación y del encierro es constitutiva para el valor cultural. En la sociedad positiva, en la que las cosas, convertidas ahora en mercancía, han de exponerse para ser, desaparece su valor cultural a favor del valor de exposición.

Por último, Herder también ha publicado en español la tercera y contundente obra de Han, La agonía del Eros, en la que asegura que en la actualidad el sexo y el amor también son sometidos a la lógica del rendimiento: “La sensualidad -asegura- es un capital que hay que aumentar. El cuerpo, con su valor de exposición, equivale a una mercancía […] No se puede amar al otro despojado de su alteridad. Sólo se puede consumir”.

El capitalismo intensifica el progreso de lo pornográfico en la sociedad, en cuanto lo expone todo como mercancía y lo exhibe. No conoce ningún otro uso de la sexualidad. Profaniza el Eros para convertirlo en porno.

domingo, 17 de octubre de 2021

Teoría de las cuerdas: cómo comprender el Universo partiendo de las matemáticas de la música de Pitágoras

 

Teoría de las cuerdas: cómo comprender el Universo partiendo de las matemáticas de la música de Pitágoras


  • BBC Ideas
  • Temas cortos para mentes curiosas
17 octubre 2021


Desde que los humanos existimos hemos mirado las estrellas y nos hemos preguntado cómo llegaron allí y qué hay más allá de ellas.

Los científicos durante mucho tiempo han estado buscado una teoría simple que explique cómo funciona el Universo.

Una teoría del todo.

Muchas teorías han sido probadas y hasta ahora ninguna no ha logrado explicar completamente lo que vemos en nuestro Universo.

Pero hay una idea particularmente atractiva que algunos físicos teóricos piensan que podría ser la correcta: la teoría de cuerdas.

"La teoría de cuerdas es finita. No explota, no colapsa sobre sí misma. Por eso creemos en ella. Otras teorías colapsan, explotan, pero la teoría de cuerdas no", le dijo a la BBC el renombrado físico teórico Michio Kaku.

Kaku ha pasado décadas lidiando con -e intentando responder- algunas de las preguntas más importantes que existen

"¿Qué pasó antes del Big Bang? ¿Hay otros universos? ¿Qué hay al otro lado de la creación? ¿O al otro lado de un agujero negro? ¿Son posibles los agujeros de gusano (o puente de Einstein-Rosen) o las dimensiones más altas? ¿Vivimos en un multiverso?".

Michio Kaku, físico teórico.

"Todas esas preguntas no pueden ser respondidas usando nuestra comprensión actual".

Cuando el doctor Kaku habla de "nuestra comprensión actual", se refiere a nuestras mejores teorías actuales sobre la forma en que funciona el Universo.

En verdad, se contradicen entre sí y, a veces, hasta dan resultados contradictorios.

La teoría general de la relatividad de Albert Einstein funciona perfectamente bien para las predicciones sobre los movimientos de las estrellas y las galaxias, pero no funciona cuando se aplica al comportamiento de las partículas subatómicas.

La teoría de Einstein explica lo inmenso, pero no lo diminuto.

Por el contrario, la teoría cuántica es genial con los átomos, pero predice que todo el Universo debería colapsar en un agujero negro, lo que claramente no hace porque todavía estamos aquí.

Entonces, ¿encontraremos alguna vez una sola teoría que lo explique todo?

"Hace 2.000 años Pitágoras se hizo la misma pregunta.

"El gran matemático griego pensó que debería haber un principio unificador, un paradigma por el cual resumir la vasta creación que vemos a nuestro alrededor en el Universo que conocemos".

Pitágoras de Samos (c. 570 - c. 495 a.C.)

"Miró a su alrededor y vio una lira.

"Cuando pulsas una cuerda de lira, obtienes una nota. Si tocas otra, obtienes otra nota, y él dijo: '¡Ajá! Las matemáticas de la música son lo suficientemente ricas como para explicar la diversidad de todo lo que vemos a nuestro alrededor'".

"Y sólo recientemente se nos ocurrió una nueva idea basada en la idea pitagórica de la música".

En otras palabras, la teoría de cuerdas. Entonces, ¿cómo pasamos de las reflexiones musicales de Pitágoras a la física?

El primer puerto de escala sería un acelerador de partículas como el Gran Colisionador de Hadrones en el CERN, donde las partículas diminutas se rompen en pedazos en colisiones de alta energía y luego se estudian detalladamente.

Estos experimentos son la mejor manera de probar teorías sobre cómo funciona el Universo.

Entonces, ¿qué predice la teoría de cuerdas que veremos?

¿Pura música?

"Ahora creemos que todos esos cientos de partículas subatómicas que obtenemos rompiendo protones en el Gran Colisionador de Hadrones no son más que notas musicales como creía Pitágoras.

"Si tuviéramos un súper microscopio y pudiéramos mirar en un electrón, ¿qué veríamos? Una banda elástica. Una banda elástica vibratoria".

Por supuesto, Kaku no quiere decir una banda elástica real, sino más bien algo parecido a una banda elástica.

O para decirlo de otra manera, las cuerdas de la teoría de cuerdas y, al igual que las cuerdas de un instrumento musical, si pones algo de energía en ellas, vibran.

"Si vibra de una manera, lo llamamos electrón, si vibra de otra manera, se llama neutrino. Si vibra de otra forma, se llama quark, pero es la misma banda elástica".

Distintas vibraciones, diferentes nombres.

Así que la teoría de cuerdas ofrece una posibilidad tentadora: una explicación para la gran variedad que vemos en el Universo, desde las colisiones de estrellas hasta las colisiones de átomos.

Por supuesto, la teoría de cuerdas es solo eso, una teoríao una hipótesis, para ser más exactos.

Sus críticos señalan que muchas de sus predicciones son incomprobables, algo que el propio doctor Kaku reconoce.

Sus defensores, sin embargo, la consideran la mejor esperanza de unificar la física.

Kaku incluso cree que la teoría de cuerdas podría explicar el misterio que es la materia oscura.

La materia oscura, según esta teoría, estaría compuesta de cuerdas que vibran a octavas más altas.

"La materia oscura constituye la mayor parte de la materia del Universo. Es invisible y mantiene unidas a las galaxias. Pero, ¿cómo lo demostramos?

"Creemos que la materia oscura podría ser la próxima octava de la cuerda.

"Si pudieras magnificar todas las partículas que ves alrededor nuestro, veríamos muchas bandas elásticas vibrando a diferentes frecuencias.

"Pero la banda elástica tiene octavas más altas. Eso creemos que es materia oscura".

Si el doctor Kaku tiene razón, la enorme complejidad de todo el Universo podría reducirse a la simple y elegante vibración de cuerdas.

"Creo que algo que la gente debería entender es que la física en el nivel fundamental se vuelve cada vez más simple pero también más poderosa cuanto más profundo vamos.

"El Universo es más simple de lo que pensábamos".

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