¡ TE INVITAMOS A PARTICIPAR EN LA FORMACIÓN DE MEDICINA ALTERNATIVA !

[CONVOCATORIA] FORMACION DE ANIMADORES Y EQUIPOS DE SALUD POPULAR CEBMX - 2021

  CONVOCATORIA FORMACION DE ANIMADORES Y EQUIPOS DE SALUD POPULAR CEBMX - 2021   ...

Mostrando entradas con la etiqueta covid19. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta covid19. Mostrar todas las entradas

martes, 15 de junio de 2021

Por resistencia a vacunarse, repuntan contagios de Covid-19 en Rusia - 20210614

 

Por resistencia a vacunarse, repuntan contagios de Covid-19 en Rusia

lunes 14 de junio de 2021
 


Juan Pablo Duch, corresponsal Tiempo de lectura: 3 min.
El presidente ruso Vladimir Putin hizo un llamado a la población a confiar en la vacuna contra el Covid-19- Foto Ap

Moscú. Ante la lenta vacunación de la población, la pandemia del Covid está teniendo un peligroso repunte en Rusia, que por cuarto día consecutivo registró este lunes casi 14 mil contagios, poco menos de la mitad de ellos en Moscú, cuyo alcalde, Serguei Sobianin, decretó –para intentar frenar la expansión de las nuevas cepas del coronavirus– conceder a todos sus habitantes vacaciones con goce de sueldo hasta el lunes 21 de junio.

No hace tanto, los primeros diez días del pasado mes de mayo, los moscovitas ya tuvieron otro periodo vacacional por decreto de las autoridades, pero los resultados –según reconoció el propio Sobianin– no fueron los esperados al crecer el número de infectados.

Hasta ahora, según datos oficiales, alrededor de 18 millones de rusos han recibido al menos una dosis de cualquiera de los tres biológicos que obtuvieron registro para uso de emergencia, lo que equivale a apenas 12 por ciento de la población, una cifra muy distante de la anhelada inmunidad de grupo.

Es difícil de entender la histórica reticencia de los rusos hacia todo tipo de vacunas, mientras en la mayoría de los países, que carecen de vacuna propia, se observan una alta demanda, limitaciones por edad o profesión y largas filas para obtener un biológico contra el Covid.

El presidente Vladimir Putin, el sábado anterior, intentó convencer a sus compatriotas de la necesidad de inocularse: “(…) a decir verdad, es un fenómeno habitual que nuestra gente sea tan cautelosa respecto a procedimientos similares (la vacunación), pero después de que 18 millones de personas se han puesto una dosis y no ha habido ningún caso de efectos secundarios graves, creo que es una prueba convincente de que hay que vacunarse”.

Se ha llegado al extremo de que la Iglesia Ortodoxa Rusa, mediante solemne declaración de sus jerarcas, aclaró ya en dos ocasiones que “inocularse no es pecado” y la alcaldía de Moscú anunció como estímulo a los indecisos que rifará cinco automóviles entre quienes reciban la primera dosis esta semana.

Entretanto, en Moscú se suspende el servicio nocturno (de las 23:00 a las 6:00) de restaurantes, cafeterías, bares y discotecas, deja de funcionar la infraestructura urbana en los parques, se cierran los juegos mecánicos y plazoletas infantiles, igual que las zonas de esparcimiento y comida rápida en grandes centros comerciales, entre otras restricciones temporales.

San Petersburgo, donde también aumenta el número de contagios, lo hará a partir del 17 de junio, al día siguiente de que Rusia y Finlandia jueguen su decisivo partido en la fase de grupos de la Eurocopa.

Aunque las fronteras de Rusia siguen cerradas, se hizo una excepción para que vengan a apoyar a sus selecciones miles de aficionados, hasta ahora, de Bélgica, Polonia, Eslovaquia y Finlandia. Se espera la llegada de seguidores de Suecia y de los países que pasen a la siguiente fase, ya que en la Ciudad del Neva están previstos seis partidos de los grupos B y E y un partido de cuartos de final. La única limitación en los lugares de concentración de los aficionados es el uso obligatorio de cubrebocas entre trago y trago de cerveza.



***


jueves, 25 de marzo de 2021

A 1 año de la pandemia, aumentará el Covid largo: especialistas - La Jornada


A 1 año de la pandemia, aumentará el Covid largo: especialistas

la Redacción Tiempo de lectura: 4 min.
2021-03-24 


Un estudiante recibe la segunda dosis de una vacuna contra la Covid-19 en la Universidad de Beihang. Foto Xinhua



A un año del comienzo de la pandemia de coronavirus, van en aumento los casos de personas que padecen el Covid largo, o síndrome post viral, que tras meses de haberse infectado aún tienen secuelas debilitantes y prolongadas de la enfermedad.

Se trata de un fenómeno que apenas empieza a ser estudiado por la comunidad médica, que en 2020 estuvo enfocada en buscar tratamientos que disminuyeran la letalidad del padecimiento y en desarrollar una vacuna, mientras los sistemas de salud de todos los países se desbordaban con los constantes rebrotes del mal, informó Hub, publicación interna de la Universidad Johns Hopkins.

Las secuelas del Covid prolongado son: fatiga, falta de aire, tos, dolor en las articulaciones, dolor en el pecho, músculos o cefálea, arritmias o pulso acelerado, pérdida del gusto y el olfato, problemas de memoria, concentración o para dormir, erupciones en la piel y caída del cabello.

“Todos trabajamos en descubrir por qué algunos se infectaban y otros no, por qué en algunos la enfermedad era más grave y en cómo tener menos mortandad”, señaló Shruti Mehta, presidente adjunto del departamento de Epidemiología en la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins.

Indicó que se esperaba que hubiera secuelas entre los pacientes que presentaron formas más graves de Covid, que requirieron cuidados intensivos y respiración asistida, pero quienes sufren efectos a largo plazo son los que tuvieron casos leves.

Shruti indicó que personas que se ejercitaban a diario ahora apenas pueden caminar o subir escaleras por dolor en las articulaciones y fatiga extrema. Muchos presentan problemas cognitivos y confusión crónicas, pérdida de la memoria a corto plazo así como pérdida del gusto y el olfato.

En casi la mitad de los casos, los pacientes tuvieron que reducir sus jornadas laborales según encuestas de Johns Hopkins.

El profesor en epidemiología Priya Duggal, de la escuela Bloomberg de Salud Pública de Johns Hopkins afirmó: “Entre más crece el número de enfermos más tenemos que reconocer, como epidemiólogos, que ninguna cifra nos sirve como guía para entender lo que está pasando o guiarnos hacia soluciones”.

En febrero pasado Johns Hopkins lanzó un estudio para entender las secuelas a largo plazo del Covid-19, con un universo de 25 mil casos. El primer mes se reclutaron a seis mil 500 personas para el estudio, que prevé hacer un seguimiento de sus participantes durante los meses o años por venir.

Hasta hoy, investigaciones sobre el llamado Covid largo estiman que entre 10 y 30 por ciento del total de infectados ha reportado síntomas persistentes después del contagio y la enfermedad. El hecho de que haya más de 28 millones de casos en Estados Unidos implica que millones de personas pueden padecer secuelas del Covid-19, lo que recargaría aún más el sistema de salud pública.

Un estudio del Instituto Nacional de Investigación para la Salud de Gran Bretaña, citado por el diario The Independent, encontró que en ese país, siete de cada 10 pacientes que fueron hospitalizados actualmente presentan síntomas de Covid prolongado, y que las más afectadas son mujeres blancas de entre 40 y 60 años de edad.
Optimismo ante virus “egoístas”

En tanto, investigadores de la Universidad de Glasgow tienen la hipótesis de que los virus del resfriado o de la influenza común pueden expulsar el coronavirus de las células del organismo e impedir que lo infecten.

Se sabe que algunos virus compiten para poder ser el único “ocupante” de un organismo e infectar sus células; y existe la posibilidad de que el rinovirus, que causa el resfriado común, o los virus de la influenza, que son considerados “patógenos egoístas”, porque infectan sólo a organismos que no son ya huésped de otros virus, podrían “ganarle” al coronavirus, informó BBC.

Lo que dificulta el avance de estos estudios es que el distanciamiento social ha disminuido los contagios de influenza y resfriados.

El equipo del Centro de Investigación de Virus en Glasgow usó una réplica del revestimiento de nuestras vías respiratorias, hecha del mismo tipo de células, y la infectó con coronavirus y rinovirus, que es una de las infecciones más extendidas en personas y una causa del resfriado común.

Cuando el rinovirus y el coronavirus fueron liberados al mismo tiempo, solo el rinovirus tuvo éxito en la infección.

“El Covid nunca levanta vuelo, está fuertemente inhibido por el rinovirus”, explicó el doctor Pablo Murcia a la BBC.

“Esto es absolutamente emocionante porque si se tiene una alta prevalencia de rinovirus, esto podría detener nuevas infecciones de la pandemia”, añadió.

revista hub universidad johns hopkins covid largo pandemia un año de coronavirus



___________________

Después es más fuerte: los pacientes con ‘covid prolongado’ no tuvieron síntomas inicialmente


Por Pam Belluck - NYT

12 de marzo 2021 


Un análisis de expedientes médicos digitales en California reveló que el 32 por ciento de los pacientes empezó con casos asintomáticos pero reportó secuelas problemáticas semanas e incluso meses más tarde.

El estudio incluyó a 1407 personas que dieron positivo por coronavirus y encontró más de 30 síntomas, entre ellos ansiedad, dolor lumbar, fatiga, insomnio, problemas gastrointestinales y frecuencia cardíaca rápida.Pete Kiehart para The New York Times
12 de marzo de 2021

Mucha gente que experimenta síntomas a largo plazo de COVID-19 no se sintió nada enferma al inicio de su infección, según un nuevo estudio que suma información significativa para el problema cada vez más importante del impacto duradero de la COVID-19 en la salud.

El Times: Una selección semanal de historias en español que no encontrarás en ningún otro sitio, con eñes y acentos.

El estudio, uno de los primeros en enfocarse de manera exclusiva en la gente que nunca necesitó ser hospitalizada cuando tuvo la infección, analizó los expedientes médicos electrónicos de 1407 personas en California que dieron positivo por coronavirus. Más de 60 días después de estar infectadas, un 27 por ciento (382 personas) lidiaba con síntomas pos-COVID-19, como falta de aire, dolor de pecho, tos o dolor abdominal.

Los investigadores encontraron que casi una tercera parte de los pacientes con estos problemas a largo plazo no había tenido ningún síntoma en su infección inicial del coronavirus durante los diez días posteriores a dar positivo.

Comprender los síntomas a largo plazo de la covid es una prioridad cada vez más urgente para los doctores y los investigadores, pues cada vez hay más personas que reportan secuelas dolorosas o debilitantes que entorpecen su capacidad para trabajar o funcionar como lo hacían antes. El mes pasado, el director de los Institutos Nacionales de Salud, Francis S. Collins, anunció una gran iniciativa “para identificar las causas y a la postre los medios de prevención y tratamiento para los individuos que han estado enfermos de COVID-19, pero no se recuperan por completo en un periodo de unas pocas semanas”.

  • Thanks for reading The Times.
Subscribe to The Times

David Putrino, director de innovación en rehabilitación del Sistema de Salud Monte Sinaí en la ciudad de Nueva York, quien no estuvo involucrado en la nueva investigación, mencionó que él y sus colegas del centro de atención para síntomas posteriores de la covid de Monte Sinaí observan un patrón similar.

“Mucha gente que tuvo covid asintomática también puede desarrollar síndrome de COVID-19 posagudo”, comentó Putrino, coautor de un estudio más pequeño sobre el tema publicado el año pasado. “No siempre coincide con la gravedad de los síntomas agudos, así que pueden no presentar síntomas pero de todas maneras tener una respuesta inmunitaria muy agresiva”.

El nuevo estudio está publicado en el sitio de preimpresión MedRxiv y todavía no concluye la revisión por pares que está en curso. Algunas de sus fortalezas son que es más grande que muchos estudios sobre los síntomas a largo plazo publicados hasta ahora y que los investigadores usaron expedientes electrónicos del sistema de la Universidad de California, lo cual les permitió obtener información sanitaria y demográfica de los pacientes de todo el estado. Los investigadores también excluyeron del estudio los síntomas que habían reportado los pacientes el año previo a su infección, una medida que tuvo como objetivo garantizar que el foco se pusiera sobre los síntomas pos-COVID-19.

Algunos de los hallazgos: los problemas a largo plazo afectan a todos los grupos etarios, entre ellos los niños. “De los 34 niños del estudio, 11 fueron persistentes”, comentó una de los autores, Melissa Pinto, profesora titular de enfermería en la Universidad de California, campus Irvine.

El estudio encontró más de 30 síntomas, entre ellos ansiedad, dolor de espalda baja, fatiga, insomnio, problemas gastrointestinales y frecuencia cardiaca rápida. Los investigadores identificaron cinco grupos de síntomas que tienen una mayor probabilidad de ocurrir juntos, como el dolor de pecho y la tos, o el dolor abdominal y el dolor de cabeza.

La mayoría de los estudios de síntomas de largo plazo han tendido a involucrar a pacientes que estuvieron suficientemente graves en la infección inicial como para estar hospitalizados. Uno de los estudios más numerosos reveló que más de tres cuartas partes de unos 1700 pacientes hospitalizados en Wuhan, China, todavía tenía al menos un síntoma seis meses después.

Pero hay cada vez más personas que nunca estuvieron hospitalizadas que buscan atención en las clínicas de cuidados pos-COVID-19 y los científicos reconocen la necesidad de comprender sus circunstancias.

El mes pasado, los investigadores de la Universidad de Washington reportaron sobre un sondeo a 177 personas que habían dado positivo al coronavirus. La mayoría de ellas no habían sido hospitalizadas. Los investigadores descubrieron que alrededor de una tercera parte tanto de los hospitalizados como de los que solo tuvieron una enfermedad leve inicial reportaron seguir presentando al menos un síntoma seis meses más tarde.

A diferencia de algunos estudios recientes, como uno que llevó a cabo un equipo de investigación dirigido por pacientes, el nuevo estudio no registró uno de los problemas que más se han reportado sobre la “covid persistente”: problemas cognitivos como dificultad para concentrarse, problemas de memoria y obnubilación. Una de los coautores, Natalie Lambert, profesora investigadora titular de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana, comentó que esto quizá se haya debido a que, en aquel momento, los doctores tal vez no sabían que debían incluir los códigos de los diagnósticos para ese tipo de problemas cognitivos en los expedientes médicos de los pacientes con covid. El equipo está buscando financiamiento para un estudio más grande y más completo que combine información de los expedientes médicos, las notas de los doctores y los informes de los pacientes, señaló Lambert.

En el nuevo estudio, alrededor del 59 por ciento de los pacientes con síntomas a largo plazo fueron mujeres, cerca de la mitad de los pacientes fueron hispanos y el 31 por ciento fueron personas blancas. Los autores y Putrino advirtieron que cualquier conclusión demográfica confiable necesita estudios más grandes con un alcance nacional.

Lambert mencionó que, probablemente, los expedientes médicos usados en el estudio reflejaron tan solo un porcentaje de la gente que tuvo infecciones asintomáticas de covid y experimentó secuelas de la COVID-19. “Algunas personas, si son asintomáticas y no saben que están enfermas, no se van a ir a hacer pruebas”, comentó.

“Otro importante componente es que sabemos que algunos de los síntomas a largo plazo se presentan mucho después de dos meses”, comentó Lambert. “Así que cabe la posibilidad de que haya una gran variedad de síntomas a largo plazo que no estén asociados con la covid”.

Pinto comentó que sería importante estudiar los padecimientos a lo largo del tiempo, en vez de hacerlo en una imagen estática. La covid de largo plazo o persistente “es un proceso muy dinámico y los síntomas pueden cambiar de un día para el otro”, mencionó. “Un día pueden tener dolor de pecho y de cabeza, y al día siguiente los dolores de pecho y cabeza desaparecen y tienen dolor de espalda y músculos. Debemos registrar la trayectoria y el cambio de los síntomas con el transcurso del tiempo, y necesitamos esto en una muestra más grande que sea representativa de Estados Unidos”.

Pam Belluck es una reportera de ciencia y salud cuyos galardones incluyen compartir un Premio Pulitzer 2015 y ganar el premio Nellie Bly a la mejor historia de primera plana. Es autora de Island Practice, un libro sobre un doctor peculiar. @pambelluck

Thanks for reading The Times.

COLLAPSE


jueves, 18 de marzo de 2021

Gravedad del Covid-19 se relaciona con infección en las encías: estudio


Gravedad del Covid-19 se relaciona con problemas de salud en las encías: estudio


03/02/2021

La periodontitis tiene una relación con la gravedad con que se padece la infección por el nuevo coronavirus

Foto: Archivo El Universal
Ciencia y Salud 03/02/2021 14:07 Redacción CDMX Actualizada 17:34

Un reciente estudio ha relacionado una mala salud dental, en específico una enfermedad en las encías llamada periodontitis, con el riesgo de padecer de una forma más grave el Covid-19.

El trabajo a cargo de expertos internacionales de diversos centros de investigación, tales como la McGill University y el Oral Health Institute de Qatar, arrojó que las encías inflamadas pueden significar un elemento para determindad la peligrosidad de la infección del nuevo coronavirus

El trabajo publicado en el Journal of CLinical Periodontology destacó que la inflamación sistémica es una característica principal de la periodontitis,  motivo por el cual empezaron a indagar sus lazos con las complicaciones del SARS-CoV-2

También lee: ¿Qué es la periodontitis? Experto de la UNAM explica esta enfermedad

Para llevar a cabo la investigación se revisaron las historias clínicas de 568 pacientes que enfermaron entre febrero y julio de 2020, encontraron el enlace entre las dos enfermedades reconocidas por sus respuestas inflamatorias.


Foto: Archivo El Universal


 "La periodontitis se asoció con un mayor riesgo de ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos, la necesidad de ventilación asistida y la muerte de los pacientes con Covid-19, así como a un aumento de los niveles sanguíneos de biomarcadores relacionados con peores resultados de la enfermedad", se lee en las conclusiones del trabajo de investigación. 

¿Qué es la periodontitis?

De acuerdo con información de la Clínica Mayo, la periodontitis se trata de una grave infección que daña el tejido blando y que puede destruir el hueso que sostiene los dientes. 

Este padecimiento ocurre cuando una persona no tiene una higiene bucal óptima, por lo que se destaca el cepillo de dientes al menos en dos ocasiones por día y acudir a a revisiones. 

También lee: Covid-19: Odontología, área médica olvidada en jornada de vacunación

¿Cuáles son los síntomas de la periodontitis? 

Ante la posibilidad de contraer esta infección es que clínicas y laboratorios hacen énfasis en estar en una constante revisión, además que una gingivitis no tratada ocasiona la periodontitis. 


Foto: Archivo EFE


Encías inflamadas, de color rojo brillante o morado, sensibles al tacto, fácil sangrado, escupir sangre al cepillarse, mal aliento y dolor al masticar son algunos síntomas característicos de esta enfermedad. 

También lo son el tener dientes flojos, pus o tener nuevos espacios entre los dientes. 

El óptimo cuidado bucal, es decir el cepillado de dientes, uso de hilo dental y enjuague bucal, forman parte de las medidas necesarias para evitar la infección. 

nrv



viernes, 17 de abril de 2020

Sistema de sanidad de EEUU, un obstáculo para la lucha eficaz contra el Covid 19 [sputnik 2020]

Sputnik 
10 de abril de 2020

El aumento vertiginoso del número de casos del COVID-19 y muertes relacionadas con el coronavirus ha puesto a prueba el sistema sanitario de EEUU, ya que decenas de millones de personas corren el riesgo de no tener el tratamiento adecuado o hasta de quedarse sin atención médica. 

En una entrevista con Sputnik, los científicos y expertos en política de salud estadounidenses explicaron cómo una parte sustancial de la población de EEUU se ha encontrado en una situación tan desesperada.

¿Por qué el sistema híbrido de seguros de salud obstaculiza la lucha contra el COVID-19?

La pandemia del COVID-19 ha afectado rápidamente a EEUU, convirtiéndolo en el país del mundo con más casos confirmados de coronavirus —más de 400.000 infectados— y el tercer Estado en cuanto al número de muertes relacionadas con el coronavirus.
La pandemia también ha cortado las cadenas de suministro y dio lugar al cierre de un gran número de pequeñas y medianas empresas, algo que provocó que casi 10 millones de personas presentaron reclamos de desempleo.

EEUU es el único país de las 33 naciones industrializadas avanzadas que no ofrece una cobertura médica universal a todos sus ciudadanos, independientemente de su capacidad para pagar. Los expertos estadounidenses en política sanitaria han explicado cómo afecta el sistema de seguro de salud de EEUU su capacidad para hacer frente a la pandemia de coronavirus.

¿Cómo funciona el sistema de seguros de salud en EEUU?

Los estadounidenses pueden acceder a la atención médica a través de un híbrido de programas de seguro federales, estatales o de financiación privada. Sin embargo, este mosaico tiene una brecha de 27 millones de personas sin seguro, abandonadas a su suerte en plena crisis de COVID-19. El aumento del desempleo, causado por las perturbaciones económicas relacionadas con el coronavirus tampoco lo hace más fácil, ya que muchos pierden tanto su trabajo, como sus planes de seguro médico.

Durante la última década, las autoridades de EEUU han intentado ampliar la cobertura de atención médica. De acuerdo con el estudio realizado por Kaiser Family Foundation (KFF), la mayoría de las personas sin seguro son familias de bajos ingresos con al menos un miembro de la familia que trabaja. La Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA, por sus siglas en inglés) implementada por Barack Obama ayudó a expandir el programa Medicaid y, por consecuencia, reducir el número de personas sin seguro desde 46,5 millones en 2010 hasta menos de 26,7 millones en 2016. Sin embargo, en los años posteriores, el número de individuos no asegurados de la edad no avanzada comenzó a aumentar constantemente, llegando a 27,9 millones en 2018.

"Estas son las cifras nacionales que reflejan la implementación de la ACA, que se firmó en 2010 y entró en plena vigencia en 2014", explicó Anthony Wright, director ejecutivo del grupo de defensa Health Access California.

De acuerdo con Wright, el creciente número de personas no aseguradas pudo haberse originado en una serie de medidas adoptadas por la Administración Trump, en particular:

  • La reducción del período de inscripción abierta para los mercados administrados a nivel federal;
  • La ampliación de la disponibilidad de los denominados planes basura, que no cumplen con las reglas de la ACA;
  • Ahora es más difícil para las personas permanecer en el Medicaid a través de los requisitos de trabajo, agregó el experto.


Mientras tanto, el estudio de Kaiser Foundation demostró cuáles son los grupos de ciudadanos estadounidenses que no tienen ningún plan de seguro médico. En particular, el 45% de los adultos sin seguro admite que la cobertura médica es demasiado costosa, mientras que muchos no tienen acceso a ella a través del trabajo.

Algunos ciudadanos, que viven en los estados que no ampliaron el Medicaid no son elegibles para recibir asistencia financiera. Al mismo tiempo, hay quienes que sí son elegibles, pero simplemente no están al tanto de que pueden obtener ayuda, y algunas personas no pueden solicitar la ACA, ya que tienen ingresos por encima del nivel necesario como para recibir asistencia financiera.

"Sin acciones adicionales, las personas sin seguro se mostrarán renuentes a pasar por las pruebas y el tratamiento que necesitan, por temor a consecuencias financieras", subrayó Wright, quien agregó que "esto no solo afecta a estos pacientes y sus familias, sino también a la capacidad de nuestra salud pública para sacarnos de esta crisis".

Los estadounidenses sin seguro apenas pueden permitirse el tratamiento del COVID-19

Los problemas crónicos en la organización del sistema de salud en EEUU lo dejan particularmente mal preparado ante una pandemia como la del COVID-19, afirma el profesor Timothy Jost, de la escuela de derecho de la Universidad Washington&Lee.

Actualmente, los estadounidenses de edad avanzada —de 65 años o más— y algunas personas más jóvenes con discapacidad están asegurados a través del programa nacional Medicare, mientras que las personas pobres tienen acceso a los seguros del programa federal y estatal Medicaid.

Sin embargo, los planes de seguro de Medicaid son diferentes en distintos estados, y aproximadamente un tercio de ellos no cubre a muchos adultos de bajos ingresos, señaló el profesor. Y mientras que algunos de los ciudadanos se pueden permitir los planes de seguro de salud individuales, "casi la mitad de los estadounidenses está cubierta a través de su empleo", agregó.

El problema es que, mientras que 27 millones de personas no tienen seguro médico, millones más pierden tanto su empleo como su cobertura de salud, subrayó Jost.

Pese a que las pruebas de coronavirus ahora son gratuitas para todos los ciudadanos gracias a una ley recientemente aprobada por el Congreso de EEUU, ningún plan de seguro comprende las sumas casi astronómicas a las que se puede enfrentar una persona infectada por COVID-19 durante el tratamiento. De acuerdo con un análisis realizado por la organización independiente sin fines de lucro FAIR Health, en este caso, un estadounidense sin seguro tendría que pagar alrededor de 73.300 dólares por 6 días en el hospital.

"Los hospitales suelen proporcionar pruebas y tratamiento a las personas sin seguro, pero luego, pueden cobrar por los servicios que brindaron, lo que lleva a los pacientes a la bancarrota", explicó el científico.

El precio inflado de la atención médica también duele
Incluso las personas aseguradas no se sienten lo suficientemente seguras, ya que los altos costos de los artículos no cubiertos por el seguro siguen siendo altos. Según Gallup, en 2019, el número récord de 25% de los estadounidenses tuvo que posponer el tratamiento de una enfermedad grave y, un 8%, el de una condición médica más leve, debido a su costo.

"La mayoría de las coberturas de seguro médico cuenta con los llamados costos compartidos, de modo que los pacientes a menudo terminan pagando parte del tratamiento, aunque hasta el momento, esto no afecta a las pruebas", declaró Jost. 

El analista agregó que "muchos estadounidenses con alto porcentaje de costos compartidos evitan pasar por el tratamiento hasta en tiempos normales, y en una crisis económica como la actual, esto se vuelve aún más problemático".

El tratamiento del COVID-19 tendrá un precio bastante alto incluso para los estadounidenses que tienen seguros, de acuerdo con el estudio de FAIR Health, puesto que los gastos de bolsillo de los clientes de los proveedores de la red pueden ascender a entre 21.936 y 38.755 dólares, en función del porcentaje de costos compartidos de su programa de salud. No obstante, en caso de que su compañía de seguros considere que el tratamiento no forma parte de su red, los costos pueden alcanzar hasta los 74.000 dólares. Y no es que el tratamiento del COVID-19 sea algo exclusivo: el hecho es que la atención médica es bastante costosa en EEUU.

Hace 3 años, Ester Bloom, de CNBC, calculó cuánto gastaba en atención médica un estadounidense promedio y descubrió que los costos anuales por persona en 2017 eran 9 veces más altos que en 1960. De acuerdo con los datos de eHealthInsurance, las primas de los seguros para las personas no subsidiadas alcanzaron los 440 dólares al mes, mientras que el deducible anual para planes individuales llegó a 4.578 dólares.

En general, los estadounidenses pagaron 3.600 millones, o 11.172 por persona, por atención médica en 2018, según datos de los Centros para los Servicios de Medicare y Medicaid (CMS, por sus siglas en inglés), algo que es más del doble del promedio per cápita en otros países desarrollados. Estas cifras crecerán un 5,4% al año y alcanzarán 6.200 millones para 2028.

El CMS informó también de que la mayor parte del gasto total en atención médica es financiado por el Gobierno federal (28,3%) y los hogares (28,4%), mientras que las empresas privadas, los gobiernos estatales y otros ingresos privados constituyen el 19,9%, el 16,5% y el 6,9%, respectivamente.

"A pesar de las numerosas reformas de la política de salud, los precios en la industria sanitaria son la razón principal por la que EEUU gasta más en la atención sanitaria", indicó Wright. El experto subrayó que "el precio inflado de la atención médica no tiene que ver con el costo de la atención ni de su calidad o resultados. En algunos casos, están más relacionados con la consolidación desenfrenada dentro del sistema sanitario, mientras que otros fallos del mercado también aumentan los costos". Se trata de facturas médicas que llegan por sorpresa o de los fabricantes de medicamentos que arrinconan al mercado de genéricos, por ejemplo. "Esencialmente, los consumidores no son capaces de negociar el costo de la atención, y tampoco tienen una posibilidad de darse una vuelta para comparar precios o decir no a la atención necesaria", explica.

Ahora que EEUU se enfrenta a una crisis pandémica sin precedentes, es tiempo de "reconocer que la atención médica no es un producto, sino un sistema que necesita inversiones", subrayó el experto.

"Nuestro sistema de salud es más fuerte cuando todos están incluidos, y esto es aún más cierto durante una pandemia", concluyó.

---