LOS SISTEMAS DE SALUD EN MÉXICO, DIRIGIDOS HACIA LA PRIVATIZACIÓN
Boletín UAM 346 - 21 de noviembre de 2014
*La atención a la salud tendría que darse de forma justa y equitativa, porque la salud no puede ser únicamente para los que pueden pagarla como sucede en la actualidad *El Seguro Popular no entraña el humanismo que debe existir en la atención médica porque la atención a la salud se encuentra restringida mediante un catálogo de prestaciones

En el país el derecho a la salud se encuentra estipulado en el marco constitucional, partiendo de esta base legal los sistemas de salud deben dirigirse hacia la socialización y no a la privatización al más puro estilo neoliberal como está sucediendo, esto contraviene la bioética que debería de regir en las políticas públicas en esta materia, consideró el doctor Jorge Alberto Álvarez Díaz, profesor visitante de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien recientemente obtuvo el Premio World Leader in Medical Sciences for the Benefit of Mankind 2014.
La Asociación Mundial para la Excelencia en Salud (AMES) otorga este premio a los más destacados profesionales e instituciones que lideran el campo médico internacional en reconocimiento a sus aportes médicos científicos, destacada labor, amplia trayectoria y logros obtenidos en busca de la excelencia de la salud; además de tal reconocimiento Álvarez Díaz recibió también el Premio a Mejor Trabajo de Investigación 2014 con el tema Bioética en las políticas públicas de salud.
En la disertación crítica que el experto en bioética realizó en su trabajo indica que figuras como el Seguro Popular no entrañan el humanismo que debe existir en la atención médica porque la atención a la salud se encuentra restringida mediante un catálogo de prestaciones en el que se determina quiénes tienen el derecho a ser cubiertos por esos servicios y quiénes no, esto indica que un asunto es la afiliación y otro muy distinto la atención a la salud a la que debía tener derecho la totalidad de los afiliados.
*La atención a la salud tendría que darse de forma justa y equitativa, porque la salud no puede ser únicamente para los que pueden pagarla como sucede en la actualidad *El Seguro Popular no entraña el humanismo que debe existir en la atención médica porque la atención a la salud se encuentra restringida mediante un catálogo de prestaciones

En el país el derecho a la salud se encuentra estipulado en el marco constitucional, partiendo de esta base legal los sistemas de salud deben dirigirse hacia la socialización y no a la privatización al más puro estilo neoliberal como está sucediendo, esto contraviene la bioética que debería de regir en las políticas públicas en esta materia, consideró el doctor Jorge Alberto Álvarez Díaz, profesor visitante de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien recientemente obtuvo el Premio World Leader in Medical Sciences for the Benefit of Mankind 2014.
La Asociación Mundial para la Excelencia en Salud (AMES) otorga este premio a los más destacados profesionales e instituciones que lideran el campo médico internacional en reconocimiento a sus aportes médicos científicos, destacada labor, amplia trayectoria y logros obtenidos en busca de la excelencia de la salud; además de tal reconocimiento Álvarez Díaz recibió también el Premio a Mejor Trabajo de Investigación 2014 con el tema Bioética en las políticas públicas de salud.
En la disertación crítica que el experto en bioética realizó en su trabajo indica que figuras como el Seguro Popular no entrañan el humanismo que debe existir en la atención médica porque la atención a la salud se encuentra restringida mediante un catálogo de prestaciones en el que se determina quiénes tienen el derecho a ser cubiertos por esos servicios y quiénes no, esto indica que un asunto es la afiliación y otro muy distinto la atención a la salud a la que debía tener derecho la totalidad de los afiliados.
El médico y sexólogo clínico explicó en entrevista que si bien todas las esferas de la bioética de la salud (la micro bioética que tiene que ver con la relación clínica y las decisiones sobre el propio cuerpo; la meso-bioética que refieren las cuestiones legales y de políticas públicas, y la macro-bioética que trata cuestiones globales) tienen relevancia, en este momento la atención a la salud es crucial.
Cada nivel, detalló el investigador, debe cumplir desde el punto de vista teórico con aspiraciones bioéticas mínimas: la atención a la salud –dado que es un derecho– tendría que darse de forma justa y equitativa, porque la salud no puede ser únicamente para los que pueden pagarla como sucede en la actualidad.
En políticas públicas documentos globales que pugnan por alcanzar el máximo nivel de salud de una población –como la norma general 14 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales– deben formar parte de los marcos jurídicos de cada país para dirigirse a la consecución del objetivo.
Sin embargo, lamentó el académico, lo que puede observarse es que en el país las políticas públicas para la salud no cumplen con lo que a nivel global deberíamos de entender y a nivel local deberíamos de aspirar. A pesar de que en el marco vigente se dice que las Comisiones Estatales de Bioética pueden revisar desde el punto de vista bioético las políticas públicas de nuestro país, esto no ha sucedido.
No hay duda de que México a partir de los noventa ha buscado posicionar e instalar la bioética en el país, en 1992 nace la Comisión Nacional de Bioética, una iniciativa de relevancia porque estos organismos no existen en muchos países, también existe la exigencia legal –por modificación a la Ley General de Salud en 2011– de comités hospitalarios de bioética y de comités de ética de investigación, pero falta aún mucho por hacer porque estos comités no trabajan como debieran debido a la falta de una capacitación en bioética.
Para llevar esta iniciativa a buen término es necesario capacitar en materia de bioética a estos comités e incluir la bioética en programas de estudio de pregrado y posgrado del área de ciencias de la salud de las universidades públicas.
Asimismo, propuso el docente, en las universidades debe existir un comité de bioética para revisar proyectos de investigación, la UAM por su vocación laica, plural e inclusiva está convocada a ser pionera en el trascendente campo de la ética aplicada con la constitución de esta instancia, e idealmente incluir contenidos de bioética en la currícula, al menos de los programas vinculados con la salud.

Cada nivel, detalló el investigador, debe cumplir desde el punto de vista teórico con aspiraciones bioéticas mínimas: la atención a la salud –dado que es un derecho– tendría que darse de forma justa y equitativa, porque la salud no puede ser únicamente para los que pueden pagarla como sucede en la actualidad.
En políticas públicas documentos globales que pugnan por alcanzar el máximo nivel de salud de una población –como la norma general 14 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales– deben formar parte de los marcos jurídicos de cada país para dirigirse a la consecución del objetivo.
Sin embargo, lamentó el académico, lo que puede observarse es que en el país las políticas públicas para la salud no cumplen con lo que a nivel global deberíamos de entender y a nivel local deberíamos de aspirar. A pesar de que en el marco vigente se dice que las Comisiones Estatales de Bioética pueden revisar desde el punto de vista bioético las políticas públicas de nuestro país, esto no ha sucedido.
No hay duda de que México a partir de los noventa ha buscado posicionar e instalar la bioética en el país, en 1992 nace la Comisión Nacional de Bioética, una iniciativa de relevancia porque estos organismos no existen en muchos países, también existe la exigencia legal –por modificación a la Ley General de Salud en 2011– de comités hospitalarios de bioética y de comités de ética de investigación, pero falta aún mucho por hacer porque estos comités no trabajan como debieran debido a la falta de una capacitación en bioética.
Para llevar esta iniciativa a buen término es necesario capacitar en materia de bioética a estos comités e incluir la bioética en programas de estudio de pregrado y posgrado del área de ciencias de la salud de las universidades públicas.
Asimismo, propuso el docente, en las universidades debe existir un comité de bioética para revisar proyectos de investigación, la UAM por su vocación laica, plural e inclusiva está convocada a ser pionera en el trascendente campo de la ética aplicada con la constitución de esta instancia, e idealmente incluir contenidos de bioética en la currícula, al menos de los programas vinculados con la salud.
