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domingo, 4 de diciembre de 2016

El rescate de lo femenino | Leonardo Boff

EL RESCATE DE LO FEMENINO DE LEONARDO BOFF

El rescate del principio femenino
Por Leonardo Boff

El poder es una de las características fundamentales de lo masculino en el hombre como en la mujer. El poder como dominación es una patología. Por esto, nuestra civilización, estigmatizada por la dominación en casi todas las áreas, produce una aumento de lo masculino, del patriarcado y del machismo. Son productos de éste: el tipo de ciencia que hacemos y el tipo de desarrollo que sustentamos. Ambos son reduccionistas, fragmentarios y excluyentes de la naturaleza y de la mujer. De esta forma, el “poder-dominación” no solo deshumanizó a los hombres, sino también a las mujeres. Los hombres acentuarton su dimensión de “ánima” y no permitieron que las mujeres realizaran su dimension de “animus”.

En razón de este equívoco, queda claro que la cuestión de lo masculino, en nuestros días, reside en lo femenino negado, reprimido o no integrado. Para ser plenamente humano, el hombre precisa reanimar en él su lado femenino y reeducar su lado masculino. Solo entonces podran ambos, hombres y mujeres, mantener relaciones civilizatorias, humanitárias y realizadoras del misterio humano femenino-masculino.

La gran tarea civilizatoria, tal vez sea la mas urgente en los dias que corren, consiste en el rescate del principio femenino. Llamo la atención con el hecho de que no hablo de una categoría femenino/masculino, sino del principio femenino/masculino. Me aparto decididamente de la ideología de género, sexísta, basada en el sexo biológico, que construye social y culturalmente las categorías de lo masculino y de lo femenino de forma dual (opuesta) y excluyente. Esta ideología atribuye los roles, los valores y antivalores: la creatividad, la actividad y la violencia como masculinos; y la pasividad, la receptividad y la no-violencia a lo femenino.

Debemos superar esta visión excluyente y entender la sexualidad en un nivel ontológico, no como algo que el ser humano posee, sino como algo que él es. Lo masculino, no solo se refiere al hombre, sino también a la mujer. Lo femenino no se concreta solo en la mujer, sino también en el hombre. Este femenino representa el principio de la vida, de la cretividad, de la receptividad, de la ternura, de la interioridad y de la espiritualidad EN el hombre y EN la mujer. Por lo tanto, se trata de un principio inclusivo y escencial que entra dentro de la constitución de la realidad humana.

La recuperación del principio femenino permite, genera, un proceso de liberación mas integral y verdaderamente inclusivo, pues parte de lo femenio oprimido. El oprimido tiene un privilégio histórico y epistemiológico por el hecho de poseer una percepción mayor que incluye al opresor en tanto que humano. El opresor, excluye al oprimido, pues lo considera una cosa o un ser humano menor, subordinado y dependiente. La liberación debe comenzar por el oprimido para terminar con el opresor. Solo entonces ambos se encontraran en el mismo plano, como humanos, construyendo juntos, en la igualdad y en la diferencia, la sociedad y la historia.

El rescate del principio femenino junto al del masculino propicia una nueva integridad a la humanidad, al trascender las distorciones en la relación hombre-mujer y al superar al sexo biológico de pertenencia. Significa no solamente la liberación de los humanos, especialemente de la mujer, sino también de la naturaleza y de las culturas no estructuradas sobre el eje de poder-dominación, equparadas a lo débil-frágil y por lo tanto a lo femenino cultural.

La inclusión del pricipio femenino obligará a toda la cultura masculinizante a cuestionar su paradigma fundacional, que radica en su poder de dominación, hoy vastamente en crisis. El pensamiento de la crisis, en el interior del mismo paradígma no puede aportar soluciones. El veneno que mata no puede ser el remédio que cura. Los únicos que pueden ofrecer algo alternativo y terapéutico son aquellos que eran vistos como incapaces de pensar, por no ser suficientemente racionales y productivos. Los que pretendían traer la luz (los iluministas) nos condujeron a las “oscuridades” actuales. Los que se proponían difundir la razón, la ciencia y la técnica por todas partes nos están conduciendo a lo peor, la destrucción y la desaparición.

El pricipio femenino es sanador y liberador, pues se mueve en otro paradigma y opera con otra lógica. Su paradigma básico es la vida y no el poder; el respeto y la veneración por la vida y no la agresión y la dominación. La lógica de la vida no es la reducción y el aislamiento, arrancando a los seres de su medio real y analizándolos en y por si mismos o manipulando células, genes y microorganísmos fuera de su ecosistema. La lógica de la vida es la complejidad, es la red de interacciones en todas las direcciones y en todos los lados, es la sinérgia y la “pan-relacionalidad”.

Lo femenino consiste en la capacidad de vivir lo complejo, de elaborar síntesis, de cultivar el estancamiento del universo, de cuidar de la vida, de venerar el mistério del mundo, de elaborar un desarrollo con la naturaleza y no contra ella, de alimentar el “esprit de la finesse” (la sofisticación) para balancear el “esprit de geométrie” (el de la geometría/racionalidad)

Lo femenino –porque obedece a la lógica de lo complejo y porque es, naturalmente, inclusivo- representa el único camino para la humanidad, para un planeta sustentable y para la convivencia pacífica y solidaria entre el Norte y el Sur.

La introducción del principio femenino representa un desafío al paradigma machista, cuyo desarrollo y prácticas técnico-científicas implicó el dominio, la destrucción, la violencia, la expropiación y la marginalización de la mujer y de la Naturaleza, hoy consideradas supérfluas. El principio femenino propicia una economía política de la vida, devuelve la importancia a la Naturaleza, rescata el sentido de la Tierra como “Gran Madre”, super-organismo vivo, Gaia y Pachamama. Él se reforzó con todos los proceso sinérgicos que respetan la diversidad y que busan en ella convergéncias que nos interesan a todos, el bien común y sociocósmico.

El hombre que evoca en si mismo, e integra su dimensión de alma, incorpóra junto a su vigor, su ternura; junto a su trabajo, la gratuidad; junto a la razón, la emoción; junto al “logos”, el “pathos” y el “eros”. El aparece mas humano, relacional y liberado de las redes que lo des-humanizaban y des-humanizan a la mujer y a la Naturaleza. Ahora, diversos y unidos, pueden construir al ser humano de forma mas dialéctica, tensa, dinámica, abierta a nuevas y sorprendentes síntesis.

DEL MURO DE UN AMIGO 

POR DONDE ME CONECTO CON LA TIERRA EN LA CIUDAD  EL LAGO DE PALERMO
POR DONDE ME CONECTO CON LA TIERRA EN LA CIUDAD EL LAGO DE PALERMO

martes, 1 de abril de 2014

[BoffSemanal] Cuidar de la Madre Tierra y amar a todos los seres (20140331)

Cuidar de la Madre Tierra y amar a todos los seres

2014-03-31



El amor es la mayor fuerza que existe en el universo, en los seres vivos y en nosotros los humanos. Porque el amor es una fuerza de atracción, de unión y de transformación. Ya el antiguo mito griego lo formulaba con elegancia: «Eros, el dios del amor, se irguió para crear la Tierra. Antes, todo era silencio, vacío e inmóvil. Ahora todo es vida, alegría, movimiento». El amor es la expresión más alta de la vida que siempre irradia y pide cuidado, porque sin cuidado languidece, enferma y muere.
Humberto Maturana, chileno, uno de los mayores exponentes de la biología contemporánea, mostró en sus estudios sobre la autopoiesis, es decir, sobre la autoorganización de la materia de la cual resulta la vida, cómo el amor surge desde dentro del proceso evolutivo. En la naturaleza, afirma Maturana, se verifican dos tipos de conexiones (él las llama acoplamientos) de los seres con el medio y entre sí: una necesaria, ligada a la propia subsistencia, y otra espontánea, vinculada a relaciones gratuitas, por afinidades electivas y por puro placer, en el fluir del propio vivir.
Cuando esta última ocurre, incluso en estadios primitivos de la evolución hace miles de millones de años, surge ahí la primera manifestación del amor como fenómeno cósmico y biológico. En la medida en que el universo se inflaciona y se vuelve complejo, esa conexión espontánea y amorosa tiende a incrementarse. A nivel humano, gana fuerza y se vuelve el móvil principal de las acciones humanas.
El amor se orienta siempre por el otro. Significa una aventura abrahámica, la de dejar su propia realidad e ir al encuentro del diferente y establecer una relación de alianza, de amistad y de amor con él.
El límite más desastroso del paradigma occidental tiene que ver con el otro, pues lo ve antes como obstáculo que como oportunidad de encuentro. La estrategia ha sido y sigue siendo esta: incorporarlo o someterlo o eliminarlo como hizo con las culturas de África y de América Latina. Esto se aplica también a la naturaleza. La relación no es de mutua pertenencia y de inclusión sino de explotación y de sometimiento. Negando al otro, se pierde la oportunidad de alianza, de diálogo y de mutuo aprendizaje. En la cultura occidental ha triunfado el paradigma de la identidad, con exclusión de la diferencia. Esto ha generado arrogancia y mucha violencia.
El otro goza de un privilegio: permite surgir el ethos que ama. Fue vivido por el Jesús histórico y por el paleocristianismo antes de constituirse en institución con doctrinas y ritos. La ética cristiana estuvo más influenciada por los maestros griegos que por el sermón de la montaña y la práctica de Jesús. El paleocristianismo, por el contrario, da absoluta centralidad al amor al otro, que para Jesús es idéntico al amor a Dios. El amor es tan central que quien tiene amor lo tiene todo. Testimonia esta sagrada convicción de que Dios es amor (1 Jn 4,8), que el amor viene de Dios (1 Jn 4,7), y que el amor no morirá jamás (1Cor 13,8). Ese amor incondicional y universal incluye también al enemigo (Lc 6,35). El ethos que ama se expresa en la ley áurea, presente en todas las tradiciones de la humanidad: «ama al prójimo como a ti mismo»; «no hagas al otro lo que no quieres que te hagan a ti». El Papa Francisco está rescatando al Jesús histórico: para él es más importante el amor y la misericordia que la doctrina y la disciplina.
Para el cristianismo, Dios mismo se hizo otro por la encarnación. Sin pasar por el otro, sin el otro más otro, que es el hambriento, el pobre, el peregrino y el desnudo, no se puede encontrar a Dios ni alcanzar la plenitud de la vida (Mt 25,31-46). Esta salida de sí hacia el otro a fin de amarlo en sí mismo, amarlo sin retorno, de forma incondicional, funda el ethos más inclusivo posible, el más humanizador que se pueda imaginar. Ese amor es un solo movimiento, va al otro, a todas las cosas y a Dios.
En Occidente fue Francisco de Asís quien mejor expresó esta ética amorosa y cordial. Él unía las dos ecologías, la interior, integrando sus emociones y deseos, y la exterior, hermanándose con todos los seres. Comenta Eloi Leclerc, uno de los mejores pensadores franciscanos de nuestro tiempo, sobreviviente de los campos de exterminio nazi de Buchenwald:
«En vez de hacerse rígido y cerrarse en un soberbio aislamiento, Francisco se dejó despojar de todo, se hizo pequeño. Se situó con gran humildad en medio de las criaturas, próximo y hermano de las más humildes entre ellas. Confraternizó con la propia Tierra, como su humus original, con sus raíces oscuras. Y he aquí que "nuestra hermana y Madre-Tierra" abrió ante sus ojos maravillados el camino de una hermandad sin límites, sin fronteras. Una hermandad que abarcaba a toda la creación. El humilde Francisco se hizo hermano del Sol, de las estrellas, del viento, de las nubes, del agua, del fuego, de todo lo que vive, y hasta de la muerte».
Ese es el resultado de un amor esencial que abraza a todos los seres, vivos e inertes, con cariño, ternura y amor. El ethos que ama funda un nuevo sentido de vivir. Amar al otro, sea el ser humano, sea cada representante de la comunidad de vida, es darle razón de existir. No hay razón para existir. El existir es pura gratuidad. Amar al otro es querer que él exista porque el amor hace al otro importante. «Amar a una persona es decirle: tú no podrás morir jamás» (G. Marcel); "tú debes existir, tú no puedes irte».
Cuando alguien o alguna cosa se hacen importantes para el otro, nace un valor que moviliza todas las energías vitales. Por eso cuando alguien ama, rejuvenece y tiene la sensación de comenzar la vida de nuevo. El amor es fuente de suprema alegría.
Solamente ese ethos que ama está a la altura de los desafíos de la Madre Tierra devastada y amenazada en su futuro. Ese amor nos podrá salvar a todos, porque nos abraza y hace de los distantes, próximos y de los próximos, hermanos y hermanas.


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viernes, 22 de noviembre de 2013

ESTÁN ACABANDO CON NUESTRA VIDA

ESTÁN ACABANDO CON NUESTRA VIDA



El pasado 9 y 10 de noviembre tuvo lugar, en el local de la Escuela de Agricultura Ecológica U Yits Ka’an de Maní, la preaudiencia del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) sobre las políticas de exterminio contra el pueblo maya. Esta preaudiencia forma parte del eje “Violencia contra el maíz, soberanía alimentaria y autonomía”, una de las siete audiencias temáticas en que está organizado el trabajo del Capítulo México del TPP.
En esta preaudiencia, que llevó el nombre Táan u xu’ulsaj k-kuxtalil y cuya traducción titula este artículo, se analizaron ocho casos presentados por las personas y/o pueblos agredidos:
1. San Antonio Ebulá, Campeche: desalojo, desplazamiento e impunidad
2. Despojo territorial del ejido de Hopelchén, Campeche
3. Chablekal, Yucatán: lucro, ejido y territorio. La tierra como mercancía y el gobierno como mercader.
4. Políticas públicas que impulsan el despojo del territorio en comunidades del Poniente de Bacalar, Quintana Roo
5. Monsanto y la soya transgénica: apicultores de Hopelchén, Campeche
6. Despojo de tierra y territorio en X kix, municipio de Hopelchén, Campeche
7. Expropiación de la ampliación forestal al ejido Ich Ek, reserva de Calakmul, Campeche
8. Megaproyecto Dragon Mart, en Cancún, Quintana Roo
Se presentaron además nueve testimonios:
- Comité de Defensa de las Semillas nativas en el sur de Yucatán, base para la defensa de la autonomía maya. Victoriano Valle, Tahdziú, Yucatán
- Políticas de exterminio y manipulación del pueblo maya. Felipe Chuc Yah, SSS Mayao’ob
- Políticas públicas del estado mexicano en las comunidades mayas del sur de Yucatán, Misioneros A.C.
- Diáspora maya: las múltiples fronteras de la expulsión, Fray Tomás González, La 72, Hogar Refugio para personas migrantes de Tenosique, Tabasco
- Justicia mexicana y derechos de las mujeres del pueblo maya, Silvia Chalé Euán, Indignación A.C.
- Educación de los genocidas, Dr. Juan Carlos Mijangos Noh
- Inundación de las comunidades mayas por mecanización de tierras y destrucción de cauces naturales. Hopelchén, Campeche
- Desplazamiento forzado de la agricultura maya tradicional. Hopelchén, Campeche
- Historia del genocidio, Dr. Yuri Balam
Los dictaminadores fueron:
- Ernestina López Baca, Guatemala
- Gloria Muñoz Ramirez, México
- Raúl Lugo Rodriguez, México
- Sylvia Marcos, México
- Carlos Vicente, Argentina
- Andrés Carrasco, Argentina
- Luis Macas, Ecuador
- Sara López González, México
A continuación, les presento el dictamen final de la Preaudiencia:
Tribunal Permanente de los Pueblos
Dictamen
Preaudiencia Políticas de exterminio contra el Pueblo Maya
Eje: Violencia contra el maíz, soberanía alimentaria y autonomía
Táan U Xu’ulsaj K-Kuxtalil
Maní, Yucatán 9 y 10 de noviembre de 2013
Conmovidos por las dimensiones que ha cobrado el despojo en todo el territorio de la península de Yucatán y el impacto que está teniendo sobre el pueblo Maya y al mismo tiempo admirados por su resistencia y espíritu sostenidos durante 521 años, emitimos este Dictamen en solidaridad y compromiso con sus luchas.
Los ocho casos y los diez testimonios presentados dan cuenta y son una muestra apenas, de un proceso mucho más amplio de acaparamiento de tierras y bienes comunes, de destrucción socioambiental y territorial y de aniquilamiento de los tejidos sociales que forma parte de un plan orquestado para el desplazamiento y vaciamiento de los territorios.
El desplazamiento de sus tierras de las comunidades de San Antonio Ebulá, Campeche; de los ejidatarios de Hopelchén, Campeche; de Chablekal, Yucatán; de Bacalar, Quintana Roo; de Ich Ek y de los campesinos y campesinas que habitan X-kix; da testimonio de un proceso brutal que utilizando la violencia, la corrupción, la complicidad de funcionarios públicos con los intereses privados y la negación de los derechos de los pueblos está llevando a situaciones sin salida.
También compartimos la resistencia a la instalación del mega proyecto comercial Dragon Mart en Quintana Roo, que impulsado por el mismo gobierno estatal da cuenta de distintas violaciones de derechos humanos y un panorama futuro de devastación ambiental.
La lucha de las comunidades apícolas mayas de la Península de Yucatán resistiendo la implantación sin consulta de monocultivos de soya transgénica resistente al glifosato, que amenaza contaminar y destruir su producción ancestral, dio prueba de la importancia de la organización y la articulación en los caminos de lucha.
La resistencia contra la invasión con semillas transgénicas se visibiliza en experiencias concretas, tal como la del Comité de Defensa de Semillas, que está conformado por diez comunidades del sur de Yucatán, que llevan más de diez años asegurando el rescate de la semilla para solo depender de lo suyo, única manera de seguir viviendo como mayas.
La movilidad humana en la región peninsular está marcada por la migración centroamericana, que también es población maya, que se dirige a los Estados Unidos. Todos sus derechos son violentados, en todo su recorrido, por el crimen organizado aliado a las instituciones de gobierno. Por otra parte se encuentran los flujos migratorios internos de personas que son expulsadas de Yucatán y Campeche hacia los grandes centros turísticos de la Riviera Maya, donde el pueblo indígena trabaja en la construcción, en los servicios o es víctima de la explotación sexual. Esta zona es el paraíso de los tratantes de personas. Toda esta violencia tiene su reflejo en la permanente amenaza y persecución de los migrantes y sus defensores.
La participación de las mujeres no fue meramente estratégica, sino también inscripta en su identidad. Defensoras genuinas de la naturaleza, ellas mostraron cómo su presencia en estos espacios políticos y su participación protagónica potencia la causa de los pueblos indígenas al enriquecerla con la impronta de su género. También compartieron sus luchas contra el sistema patriarcal y de violencia dominante y encarnado en las instituciones públicas.
Todos los casos presentados son formas de resistencia alimentadas y construidas sobre la revitalización de su cultura y éste es un campo rico en formas creativas de resistencia a la explotación, el despojo y la depredación del planeta. Esta revitalización se contrapone con los sistemas educativos y de salud oficiales que también son parte del sistema de opresión y genocidio que opera en la actualidad.
En el campo de la tierra y el territorio los casos presentados evidencian un despojo sistemático. En algunas ocasiones, como en el caso de Ebulá, el despojo ha revestido características violentas. En otros casos, se realiza a través de mecanismos de enajenación cubiertos de ropaje local. Otros más, provocando y alentando el proceso de empobrecimiento hasta empujar a las comunidades a la venta de sus tierras.
Las actuales embestidas del sistema capitalista depredador en crisis y descomposición se hacen principalmente a través de este despojo. En los casos visados hoy aparece el despojo territorial, pero no sólo de las tierras físicas, sino del espacio en que los pueblos desarrollan su cultura, espacio para seguir siendo pueblos y manejar sus asuntos como ellos quieren a través de la autonomía.
En todos los casos funciona una alianza entre gobierno y empresas privadas. Algunos casos, como el despojo contra el ejido de Chablekal, desnudan la postración de las autoridades frente a los poderes económicos: para permitir y alentar un desarrollo inmobiliario de lujo, el gobierno implementó mecanismos legales facilitadores por los cuales pudo comprar las tierras a los campesinos y venderlas en condiciones extremadamente favorables a empresas.
El proceso de despojo también pasa por un mecanismo de destrucción del tejido comunitario de los pueblos indígenas. No se trata solamente de la ausencia de mecanismos de consultas que respondan a los estándares del convenio 169 de la OIT. Lo que se busca es fomentar la división comunitaria y la cooptación de los líderes.
Constatamos que se impone la desregulación ambiental, sin que medie la intervención eficaz de ninguna de las autoridades involucradas: CONAFOR, RAN, tribunales agrarios, etc. A veces cómplice y otras protagonista, es casi imposible encontrar una línea que divida los intereses del Estado y de los empresarios nacionales o extranjeros que desean el territorio. El despojo se concreta a partir de que el propio Estado, garante del modelo político y económico dominante niega la existencia de los pueblos indios y despliega una política encaminada a su desaparición por exterminio planificado.
La venta de tierras es promovida por instituciones de gobierno que funcionan como intermediarios en beneficio de los inversionistas, mientras se promueven proyectos que dividen a las comunidades, rompen el tejido comunitario e individualizan las decisiones de los ejidatarios, como en Ich ek, en la Biosfera de Calakmul. Este caso es especialmente grave por sus contradicciones ya que la expropiación se realizó en nombre de la creación de una “Reserva de la Biosfera”.
Se ignora el derecho a la consulta, y se imponen políticas públicas para condicionar el uso de suelo de los ejidos, violentando las relaciones comunitarias y su vinculación con la Madre Tierra.
Los Tribunales y autoridades agrarias retrasan las resolución de los juicios de tal manera que las comunidades terminan cansándose y abandonando los procesos; en contraste, las resoluciones en favor de los empresarios que promueven proyectos encuentran soluciones inmediatas, como en el caso de Dragon Mart, en Cancún.
Esta preaudiencia nos ha dado la oportunidad de situar los casos de despojo de tierras y territorios en un proyecto geopolítico más amplio para todo América Latina que incluye la dominación y control de la producción de alimentos, la promoción de cultivos transgénicos, la pérdida de la soberanía alimentaria y un extractivismo impúdico de los bienes naturales convertidos en mercancía.
Se está imponiendo un sistema agrícola industrializado que implica la deforestación de la región peninsular con la consecuente destrucción de la biodiversidad y provoca el desplazamiento de los sistemas agrícolas tradicionales e inundaciones como consecuencia de la mecanización de los sistemas agrícolas.
La introducción de los organismos transgénicos en los territorios, que suele presentarse como una técnica producto de la curiosidad individual y manifestación de la omnipotencia humana de dominación de lo natural, constituye una apropiación sistemática e instrumental de la naturaleza; y se convierte en un instrumento de control territorial, político y cultural.
Esta nueva etapa neocolonial impone tecnologías que deben satisfacer la organización global del capitalismo sustituyendo los modos tradicionales de mejoramiento agrícola. La implementación de modelos productivos extractivos impiden profundizar las democracias de los pueblos, tiende a fragilizar los lazos comunitarios del pueblo maya al ser forzados por la convergencia de gobiernos y capital corporativo a entregar sus riquezas a través de la apropiación por despojo del territorio, de sus actividades productivas y de su cultura.
Por eso el extractivismo es una pieza fundamental de esta etapa del modelo neocolonial. Esa neocolonialidad es una construcción política adoptada para latinoamérica como mecanismo de saqueo de los bienes comunes y de la identidad cultural y configura una verdadera guerra sostenida con tecnologías complejas de alto impacto y difícil reversión que usan nuestros territorios como campos experimentales. Son construcciones políticas ejecutadas por factores de poder político-económicos que habilitan la penetración soberana y disponen el diseño estratégico de la sociedad. El control del territorio se materializa en reducción de autonomía al servicio de la mayor concentración y transnacionalización. Es un sistema de saqueo e inequidad que no contempla el bien común o la felicidad de los pueblos, que destruye vida, naturaleza y autonomía y genera mas hambre y exclusión. El negocio globalizado de alimentos agota recursos no renovables por cuenta y necesidad de un modelo depredador que necesita el control de toda la cadena para ejercer hegemonía y asegurar la rentabilidad.
Ante la demostración, cada vez más inquietante, del impacto ambiental sobre el suelo, flora y fauna de los agrotóxicos, ligados indisolublemente al paquete tecnológico transgénico, se agregan los efectos indeseados sobre la salud de la población, y más recientemente, las limitaciones de la seguridad biológica implícitas en el propio procedimiento tecnológico.
Asoma una sombra aun más ominosa: el potencial agravamiento de la situación en los países productores con la llegada al mercado de las nuevas semillas, donde se «apilan» modificaciones genéticas que suman nuevos tipos de herbicidas para compensar el progresivo fracaso de los transgénicos por resistencia de las malezas y descenso del rendimiento por agotamiento de los suelos entre otros. Estas tensiones modelan un mercado internacional cuyos rumbos futuros son inciertos, pero al mismo tiempo reclaman un urgente y postergado debate sobre la autonomía en los países periféricos.
El pueblo originario Maya asentado en la península de Yucatán pertenece a una cultura de sabidurías, valores y principios milenarios, que contribuye a un proceso de construcción comunitaria ofreciendo un legado histórico que la humanidad conoce.
Desde la concepción del mundo Maya el mundo material es uno de los componentes de la madre naturaleza y para que se convierta en la plenitud o la vida es necesario que se complemente con el mundo de lo espiritual. Es decir que la vida para el mundo Maya es una construcción permanente en interrelación entre todos los elementos vitales, la comunidad humana y la comunidad natural. Por lo tanto la naturaleza desde la concepción Maya es un sujeto actuante y no un objeto como lo considera el mundo occidental.
Desde esta lógica tierra y territorio constituyen un espacio vital de la Madre Naturaleza con derechos, al igual que los seres humanos. La tierra y territorio para el pueblo Maya es la madre generadora de vida de todas las existencias. En esta cosmovisión la tierra no se vende ni se compra.
Tierra y territorios son la base fundamental de la identidad de los pueblos originarios donde se construye y se reconstruye la vida y el sentido comunitario; es el espacio donde se articula lo espiritual y lo material, donde se cultivan de los valores. La tierra es la casa común donde caben todos y todas, donde se comparte y se alimenta la memoria histórica de los pueblos, tejiendo en armonía el presente con el pasado para transformar el futuro.
Recomendaciones
- Recuperamos de los casos expuestos el camino de la reconstrucción de los tejidos comunitarios, de los vínculos basados en los valores de solidaridad, respeto mutuo, complementariedad y autonomía; como esenciales para poder sostener las resistencias y avanzar en los procesos propios de autonomía de las comunidades.
- En acuerdo con la cosmovisión del pueblo maya, los territorios no tienen precio y son patrimonio colectivo de los pueblos que no deben ser introducidos en las leyes de mercado ni en los mecanismos convencionales de las regulaciones nacionales o internacionales. Por ello el dinero, las compensaciones materiales o el reparto de beneficios que signifique la entrega de los territorios y la concreción definitiva del despojo deben ser rechazados.
- En todos los casos resulta un reclamo indeclinable y urgente la restitución de la totalidad de las tierras despojadas y la reparación de los daños ocasionados a las comunidades.
La justicia para todos los atropellos cometidos también resulta otra de las demandas fundamentales de las comunidades que deben ser atendidas y puestas en marcha sin dilación.
Condenamos y rechazamos los intentos de introducir el maíz transgénico en México condenándolo a su contaminación en su centro de origen, a la pérdida de diversidad y atentando contra los pueblos que se han reconocido a si mismos como hijos del maíz.
- Consideramos imprescindible no dilatar la prohibición de los cultivos transgénicos y la declaración de la Península de Yucatán, junto a todo México, como Libre de Transgénicos; propuesta que ya está en la agenda de lucha de las comunidades apícolas mayas.
- Condenamos las políticas públicas del Estado mexicano que se ponen al servicio de los capitales especulativos para consumar los despojos territoriales traicionando el mandato de los pueblos a los que deberían servir.
- Hacemos nuestras las palabras de la Demanda General de esta Preaudiencia DENUNCIANDO que las políticas del estado mexicano, en la Península de Yucatán, están diseñadas para acabar con el pueblo maya, así como para acabar con todos los pueblos indígenas del país y latinoamérica y DENUNCIANDO el genocidio que está ocurriendo en tierras mayas, como continuidad del sistemático genocidio que ya lleva 521 años. Por este motivo solicitamos que el jurado de la Audiencia de Violencia contra el maíz, soberanía alimentaria y autonomía condene al Estado mexicano y le exija que se respete y se creen las condiciones jurídicas y efectivas, para la reconstitución del pueblo maya y los derechos para la autonomía y la autodeterminación.
“Buscamos el amanecer de nuestros pueblos”

domingo, 13 de octubre de 2013

UNA ASAMBLEA POR LA VIDA EN LA TIERRA (Lboff, 20131010)

UNA ASAMBLEA POR LA VIDA EN LA TIERRA

Escrito por  (20131010)

Carta Pública al Papa Francisco


El Papa Francisco atento a los signos de los tiempos, sabe reaccionar ante ellos sea con gestos innovadores, sea con palabras que le brotan del corazón. Una urgencia sentida por muchos cristianos y no cristianos es que tenemos que preocuparnos por el futuro de la vida, pues las bases que la sustentan están siendo destruidas. Se pide al Papa que convoque, junto con otros líderes religiosos, una Asamblea, una especie de Concilio Ecuménico para que las Iglesias y religiones se comprometan, a partir de su reserva de espiritualidad y de valores morales, en la defensa de la promoción de la vida, de la Madre Tierra, de los ecosistemas y especialmente de aquellos más amenazados que son los pobres y los marginados. Pedimos que se sumen más y más personas para que nuestra petición gane peso y fuerza y pueda impresionar al Papa Francisco para que, iluminado por el Espíritu, tome esta decisión. No tenemos mucho tiempo. Lboff

Carísimo Papa Francisco,
Nosotros, los cristianos abajo firmantes, así como personas de otras religiones y personas de buena voluntad, le dirigimos esta carta pública con una petición muy especial. Nos gustaría que Usted convocase un evento global, como una Asamblea, para la defensa de la vida en la Tierra.
Hoy la vida está herida de muerte por el hambre (900 millones de personas en el mundo), por la sed (1200 millones de personas no tienen agua limpia para beber todos los días y 2400 millones carecen de saneamiento básico), por las guerras, por la destrucción del medio ambiente (suelos, agua, biodiversidad, aire) y, sobre todo, se cierne sobre la humanidad y sobre todas las formas de vida la amenaza asombrosa de los cambios climáticos. Como dice el Documento de Aparecida, estamos atravesando no solo una época de cambios, sino un cambio de época (DAp 44). Una sociedad consumista y depredadora como la actual no es futuro para el conjunto de la humanidad.
Cuando Dios creó el mundo entregó la Tierra a los hombres y mujeres para que nosotros "la cultivásemos y guardásemos" (Gen 2,15). Después del diluvio, cuando Noé salió del Arca con sus familiares y todos los animales que estaban en ella, Dios hizo con ellos una alianza primordial, diciendo: "por mi parte voy a establecer una alianza contigo y con tu descendencia, con todos los seres vivos que están con vosotros, aves, animales domésticos y salvajes, en fin, con todos los animales de la Tierra que salieron con vosotros del arca" (Gen 9, 9-10). El propio apóstol Pablo nos dice que "también la misma creación espera ser liberada de la esclavitud de la corrupción, en vista de la libertad que es la gloria de los hijos de Dios" (Rom 8, 21). Por tanto, Dios ama todo lo que ha creado y nos ha dado el mandamiento de cuidar de su creación.
Los pueblos tradicionales y originarios y, últimamente, los científicos han denunciado que todas las formas de vida corren peligro sobre la faz de la Tierra. Sin embargo, no existe una respuesta a la altura del desafío de este momento de la historia por parte del mundo político y económico. Como Usted mismo ha dicho, no podemos aceptar pasivamente la globalización de la indiferencia.
Usted tiene autoridad moral y espiritual ante toda la humanidad para convocarla a este urgente debate y aún más urgentes acciones. Le hacemos esta petición como una forma de contribuir a la efectividad de sus gestos, los cuales nos interpelan a una postura de cuidado y de protección de la vida amenazada. Gestos estos expresados en la ida a Lampedusa, en la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil, en la visita a los inmigrantes en Italia, o en el ayuno contra las guerras. En caso de que usted convoque una Asamblea para defender la vida en su plenitud, no sólo para oír a los especialistas, sino también a los pueblos originarios impactados por la destrucción de su ambiente, a los afectados y refugiados por los cambios climáticos, a las víctimas del hambre y de la sed, ciertamente gran parte de la humanidad atenderá con prontitud este llamamiento.
Es lo que los abajo firmantes también esperamos. Con respeto y un abrazo fraterno, en el espíritu de san Francisco de Asís, en comunión con todas las formas de vida y toda la humanidad, confirmamos nuestra petición.

Nota: Pueden enviar su adhesión a magalhaes@caritas.gov.br

Leonardo Boff