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viernes, 29 de mayo de 2020

LIBRO: Los futuros de la salud en México 2050 - Ruelas Barajas, Enrique; Alonso Concheiro, Antonio


Los futuros de la salud en México 2050 


10 abril 2020
Portada » LEER Los futuros de la salud en México 2050 pdf
Increíble la coincidencia del virus 2020 escrito hace 10 años en el libro Los futuros de la Salud en México. Enrique Ruelas-Barajas E, Concheiro AA. Los futuros de la salud en México 2050. México: Consejo Superior de Salubridad General, 2010.
En 2010, el gobierno federal, por medio del Consejo de Salubridad General apoyó la publicación de un libro de más de 500 páginas denominado ‘Los futuros de la salud en México 2050’, escrito en coautoría por Ruelas y Concheiro con la idea de proyectar los desafíos que tendría el país en siguientes años.
Hacia el 2020 se introduce en México un nuevo virus...“Por otro lado, hacia el año 2020 se introduce en México un nuevo virus de alta letalidad para el que no existe cura conocida”, se narra en el segundo párrafo de la página 383 del libro de investigación, en el que también se admite el estimado de fallecimientos a causa de dicho problema; “A pesar de las restricciones en su transmisión (muy corta vida en condiciones ambientales normales), se estima que a causa de él fallece cerca de medio millón de personas”.
De igual forma, en el libro se explica que la epidemia duraría varios meses; “Luego, las medidas preventivas introducidas permiten controlar la epidemia”, se señala en el escrito de Ruelas y Antonio Alonso.
La situación social, política y económica imperante en el México de hoy está caracterizada por la incertidumbre que marca la vida de todos los mexicanos, pero en particular de los más jóvenes. Para la población adulta mayor esta etapa cerró otras donde las oportunidades y el “progreso” fueron el sello más característico, mientras que para las poblaciones de adultos jóvenes corona una serie de momentos donde las crisis han ido exacerbándose hasta llegar a un momento histórico de parálisis e inconformismo social.
Intentar hablar del futuro de algo en México puede considerarse como una osadía o ingenuidad que poco puede aportar a la estabilización de la situación social, política o económica, y menos aún a la protección de los derechos sociales y humanos de todos los mexicanos.
A pesar de ello, el Consejo Superior de Salubridad General de la Secretaría de Salud lanzó en 2010 un texto de reflexión sobre lo que pudiera, sería deseable y debiera ser el sistema de salud para responder a los desafíos que hoy ya afectan la esperanza de vida de la población.

Reseña Libro Los futuros de la salud en México 2050

Este “ensayo de imaginación o reflexión ordenada” explora tanto las determinantes de la salud como la estructura social que debe responder a ellas. El libro reflexiona sobre lo que puede ocurrir para intentar orientar el sistema de salud hacia ese futuro incierto por naturaleza.
Este texto no pretende adivinar, predecir, revelar, anunciar, especular, pronosticar, sino hacer un ejercicio de exploración de posibilidades basado en los indicios del presente o, como refieren los autores, realizar una especulación basada en la imaginación, la razón y la evidencia.
Ante la realidad sanitaria que hoy se vive en México hacer este ejercicio de prospectiva resulta tan complejo como desafiante. La doble carga de enfermedades, su efecto más implacable sobre los grupos más vulnerables y pobres, y el envejecimiento de la población, junto con la comorbilidad y discapacidad asociada con este fenómeno demográfico, son señas claras y desafíos para el sistema nacional de salud que no da muestras de flexibilidad para orientar sus recursos e infraestructura a la atención y cobertura efectiva de estas condiciones de la población.
No importa cuán alentadoras sean las estadísticas de crecimiento de la infraestructura, la ampliación de cobertura y aseguramiento de las poblaciones más pobres, pues la complejidad funcional del sistema de salud emerge como una resistencia a los cambios que se requieren para garantizar un mejor futuro de la salud para nuestros hijos y las generaciones venideras.
El texto de Ruelas y Alonso borda inicialmente sobre los escenarios
demográficos (los más sencillos de predecir), económicos (poco confiables) y sociales (difíciles de cambiar) para entrar al análisis del perfil epidemiológico actual y futuro así como a la capacidad de respuesta del sistema para los siguientes 40 años. Hay un capítulo extenso sobre los rasgos determinantes del sistema nacional de salud que analiza la integridad del sistema (fragmentado vs único), la orientación (prevención vs curación), funcionalidad (centralizado o descentralizado), su calidad, la cobertura, el tipo de financiamiento (público/privado), los niveles de satisfacción, los costos, etc
Cada uno de estos temas incide de forma muy directa sobre cuál sería el destino final del sistema de salud; ejercen influencias e inercias que moldean el sistema o se resisten al cambio requerido o deseable.
Bienvenido sea el texto de Ruelas y Alonso. La imaginación no es un privilegio, es un derecho que debemos ejercer para proponernos un mundo mejor. Ante todo debemos recordar que ese futuro (cualquiera que sea) no lo viviremos nosotros, lo recibirán nuestros hijos como una herencia que podrán disfrutar o padecer dependiendo de las decisiones que la sociedad tome en el presente.
Enrique Ruelas Barajas (n. Ciudad de México; 1953) es un Médico, académico, directivo, impulsor de la calidad de los sistemas de salud y filántropo de la cultura, mexicano, egresado de la Universidad La Salle con Mención Honorífica; Maestro en Administración Pública, Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE); Maestro en Administración de Servicios de Salud, Universidad de Toronto, Canadá; egresado del Programa de Alta Dirección (AD2). IPADE
Lo anterior fue escrito en 2012, haciendo referencia del libro publicado en 2010. Hoy en 2020…. ¿Qué tan cerca estuvieron de la realidad hacia ese futuro imaginario? Te recomendamos ampliamente para que te sorprendas cómo el virus estaba pronosticado en un 2020…!

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Páginas de Salud Publica. Los futuros de la Salud en México
Los futuros de la Salud en México 2050. … Los futuros de la salud en México 2050 / Enrique Ruelas Barajas, Antonio Alonso Concheiro. 
Por: Ruelas Barajas, Enrique.
Colaborador(es): Alonso Concheiro, Antonio [coaut.] | Consejo de Salubridad General.
Tipo de material: TextoEditor: México : Consejo de Salubridad General, 2010 Descripción: 502 p.ISBN: 978-607-460-190-9.Tema(s): Atención a la salud | Sistemas de Salud Clasificación CDD: 610.690972
Enrique Ruelas-Barajas E, Concheiro AA. Los futuros de la salud en México 2050. México: Consejo Superior de Salubridad General, 2010.

Los futuros de la salud en méxico 2050 pag 383

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lunes, 25 de mayo de 2020

PROTOCOLOS COMUNITARIOS ANTE EL COVID19. Ejercicio de los derechos indígenas y cuidado de los pueblos


Protocolos comunitarios ante el COVID-19, ejercicio de los derechos indígenas y cuidado de los pueblos


Ka’ Kuxtal Much Meyaj,

25 mayo 2020 0
Por el equipo de Ka’ Kuxtal Much Meyaj, Miembro del Consorcio TICCA.
Ka’ Kuxtal Much Meyaj (Ka´Kuxtal) somos una organización maya, Miembros del consorcio TICCA desde el 2018. Estamos ubicados en el municipio de Hopelchén, Campeche, en el sureste de México, mejor conocido como la Región de los Chenes, nombrada de esta manera por su peculiar característica con relación a la cantidad de pozos que se encuentran en ella: ch’een significa pozo en lengua maya y el nombre de Hopelchén se traduce como el “lugar de los cinco pozos”.

Mantener con vida a nuestros maíces

En el Hopelchén viven 40,100 habitantes y solo existe un Hospital General de segundo nivel al que acude toda la población maya y menonita que habita en la región. Debido a las características del hospital, los casos graves son trasladados a la capital del estado que se encuentra a una hora en carretera. Algunas comunidades mayas cuentan con casas de salud, que en el mejor de los casos poseen un local, el medico llega una vez cada quince días y solo cuenta con medicamentos muy básicos.
Aunado a lo anterior en Hopelchén desde hace unos 30 años vivimos la amenaza constante a nuestras semillas nativas, a nuestras selvas y a nuestros modos de vida como pueblo maya; primero por la introducción de semillas híbridas y de “paquetes tecnológicos” que prometían muchos beneficios en cuanto a rendimiento de producción usando grandes cantidades de agrotóxicos, destruyendo la selva y luego con la introducción de cultivos de soya transgénica.
Esto ha provocado en las comunidades un paulatino abandono de las prácticas tradicionales de producción de alimentos y el consecuente incremento en el consumo de alimentos industriales. Lo anterior tiene como consecuencia que el estado de Campeche se encuentre en el segundo lugar de México en índices de obesidad, además de las enfermedades que devienen de la anterior; diabetes, hipertensión, coronarias o cáncer.
Sin embargo, por otro lado, una parte de las comunidades mayas con una fuerte identidad cultural estamos motivados a mantener con vida a nuestros maíces y la diversidad de alimentos que nos ofrece la milpa (el cultivo de maíz nativo junto con la apicultura y el cuidado de la selva fueron la vocación de nuestra región, antes de la llegada de la agricultura industrial).
Encuentro Regional de Ka’Kuxtal antes de la crisis © Ka’Kuxtal

Dificultades de acceso a la salud

Como organización indígena realizamos asambleas de manera constante para reflexionar y tomar decisiones ante la problemática que se vive en el municipio. Nuestro trabajo principalmente se enfoca a la conservación de las semillas y la defensa del territorio, lo cual nos lleva a realizar un análisis constante de la situación que se vive en la región. Es por esto que conocemos las condiciones precarias de la atención a la salud. Más allá del importante esfuerzo que realizan médicos y enfermeras en dar la atención necesaria, las condiciones estructurales y la disponibilidad limitada de insumos y materiales desembocan en esta contradicción: aunque la salud es un derecho, nuestros pueblos todavía no lo ven garantizado en estos tiempos.

Prepararnos de forma comunitaria frente al COVID-19

Fue por esta situación que nos dimos la tarea de prepararnos y poner por escrito una serie de recomendaciones a nuestros compañeros y compañeras de las comunidades: así nace el Protocolo Comunitario Ante la Contingencia por el Covid – 19. Sabíamos que no podíamos detener el contagio, pero sí prepararnos para cuando eventualmente llegara a nuestras comunidades.
El Protocolo Comunitario ante la contingencia por el COVID19 es producto de una reflexión al interior de Ka Kuxtal. A partir de la declaración de la pandemia y después de las acciones tomadas a nivel nacional y estatal, pasaron varias semanas sin que hubiera información destinada al pueblo maya. A nivel nacional, fue hasta principios del mes de abril que se empezaron a dar a conocer en diferentes medios una serie de protocolos, pero ninguno dirigido a los Pueblos Indígenas.
Nuestra preocupación giró en torno al cuidado de nuestros integrantes y sobre todo a activar la alerta ante la contingencia. El protocolo fue el medio para hacerle llegar la información a las comunidades de la región sobre la magnitud de la amenaza y el nivel de organización que se requiere para poder hacer frente a la misma, pues la conciencia de nuestra vulnerabilidad depende de identificar claramente la magnitud del problema, y por ello fue importante comunicar esto último.

Como Pueblos, tomar nuestro propio cuidado en nuestras manos

Asimismo, fue un llamado a tomar nuestro propio cuidado en nuestras manos como Pueblos, ya los estados nacionales han hecho poco por nuestros Pueblos y el hecho de que después de tantos siglos sigamos recreando nuestra cultura depende fundamentalmente del esfuerzo que hicieron nuestros ancestros para mantener con vida a nuestro pueblo, en esta ocasión nos corresponde a nosotros y nosotras, en esta generación, mantener sanos a nuestros Pueblos para mantener viva la memoria de nuestros abuelos y abuelas.
Agroecologia © Jesus Rueda Ka_Kuxtal
En el mes de marzo, en la región ya se presentaban situaciones que demandaban atención: la llegada de población migrante originaria de la región proveniente de la zona turística conocida como Riviera maya, la suspensión de actividades económicas, rumores falsos y reales sobre los impactos del virus e información proveniente de otros países a través de las redes sociales, etc.

Organización comunitaria para enfrentar la emergencia

Ante todo lo anterior, la primera tarea fue recopilar y analizar información sobre el virus, las características de la enfermedad, su alto nivel de contagio, experiencias previas de manejo de riesgos y atención a contingencias. Luego, nos dedicamos a promover la organización comunitaria ante la eventual llegada del COVID-19 a las comunidades de la región.
La organización comunitaria que sugerimos en el protocolo consta de 4 ejes:
  • Identificación de las necesidades básicas de la comunidad respecto a salud, agua, alimentos, etc.;
  • Activación de la organización interna para el monitoreo de la contingencia;
  • Recomendaciones para la atención de la población en riesgo; y
  • Recomendaciones para la atención a la población infectada.
Finalmente, también se propuso un mapeo de las condiciones y características de cada comunidad con la intención de tener a la mano información sobre la población catalogada como más vulnerable durante esta contingencia.
En el contexto de la pandemia las decisiones al interior de las comunidades se siguen tomando en asambleas, con las medidas recomendadas de sana distancia y en las últimas semanas también haciendo uso de los cubre bocas. Además, se están utilizando medios de comunicación como las redes sociales y aplicaciones que, aunque sobre todo son usadas por la población joven, también son un canal hacia los mayores.

Generar información confiable desde y hacia las comunidades

Por la confusa información que llegaba al mismo tiempo a Hopelchén, decidimos también implementar una serie de estrategias relacionadas a la comunicación e información, misma que implementamos a través de los integrantes de la organización, sobre todo jóvenes, que están en diferentes comunidades del municipio y quienes podrían usar las redes sociales virtuales a pesar del precario sistema de internet.
Estas fueron nuestras primeras acciones en respuesta a la contingencia: nos enfocamos en generar información hacia las comunidades y también dar a conocer el sentimiento, pensamiento y reflexión de éstas hacia afuera. Creamos un medio informativo  para este fin, el canal de Facebook “Ka’Kuxtal Informa” ya que Facebook es un medio de comunicación muy usado por los jóvenes en la región.

Asegurar la siembra y apoyar la economía de nuestras comunidades

Hemos realizado entrevistas a las autoridades comunitarias, mujeres, jóvenes, niños y niñas, todas ellas respecto a la enfermedad. También nos hemos vinculado con personal médico que oportunamente han aclarado dudas y ampliado la información. Elaboramos un manual de plantas medicinales para fortalecer el sistema inmune y el respiratorio, y actualmente estamos trabajando en asegurar las semillas para la siembra y el intercambio de los productos de la milpa y las artesanías para asegurar la alimentación y apoyar la economía de nuestras comunidades.
Fiesta de semillas nativas antes de la crisis © Ka’Kuxtal
De esta forma, la recuperación de la soberanía alimentaria, los alimentos con los que contamos en la milpa y nuestros solares, así como nuestra gobernanza en el territorio y el ejercicio de nuestros derechos a la salud en la práctica, se convierten en pilares para enfrentar esta pandemia como comunidades y organización indígena.
Cartel informativo © Selena Uc Ka_Kuxtal

domingo, 17 de mayo de 2020

SEMANA LS2020 - Dia 16 de Mayo, video del mes

SEMANA LAUDATO SI-2020 
Del 16 al 24 de Mayo 2020 

DIA 16: Video del mes: 



Cuidar y proteger la Creación, que hemos recibido como un don de Dios

viernes, 15 de mayo de 2020

#Covid-19: La OMS gestiona la pandemia financiada por farmacéuticas y multimillonarios - mjara2020

 

#Covid-19: La OMS gestiona la pandemia financiada por farmacéuticas y multimillonarios


Por 

12 de abril de 2020

Con la crisis sanitaria de la Covid-19 estamos aprendiendo, entre otras muchas cosas, que la sanidad no se puede descuidar con recortes o privatizaciones. Y ¿qué es de la financiación de la mayor institución sanitaria del planeta, la Organización Mundial de la Salud (OMS)? ¿De dónde o quién proviene el dinero que permite su funcionamiento? No hace falta recordar que la OMS es quien está tomando todas las decisiones sobre la pandemia actual de coronavirus (desde la catalogación como pandemia a las medidas que han de tomar todos los estados).

Escribámoslo ya, desde el principio, la mayor parte de su financiación corre a cargo hoy de la industria farmacéutica, sobre todo de fabricantes de vacunas y de donantes privados. El que más aporta de estos últimos con mucha diferencia es Bill Gates, el dueño de la multinacional de la informática Microsoft, a través de la Fundación Bill & Melinda Gates que comparte con su mujer.

El magnate de la comunicaciones fue quien más aportó en 2015: 185 millones de dólares; 95 veces más que España. Ríete tú Amancio Ortega.

No es nuevo, lo publicó hace unos años la Cadena SER, la tabla de abajo está elaborada con datos de la propia OMS y en ella pueden verse qué farmacéuticas financian la institución (¿pública?) global:

En teoría, para pagar los gastos de la OMS los casi 200 estados que la componen han de poner una cuota fija en función de su nivel económico. Esa dotación obligatoria se ha ido reduciendo con el tiempo y ya es sólo una pequeña parte del presupuesto de la institución. Los «recortes sanitarios», como vemos han ido llegando no sólo a los sistemas sanitarios de los países, como España, sino a la mayor organización sanitaria «pública» del mundo, que hace tiempo inició su privatización.


Es sabido que en el actual modelo económico quien paga manda. Las cuatro farmas que más contribuyen a financiar la OMS son GlaxoSmithKline (GSK), Novartis, Sanofi Pasteur y Merck, por cierto que son los principales fabricantes de vacunas. En total, 90 millones de dólares en donaciones de las grandes farmacéuticas. Se da así un extraño juego de intereses. Supongamos que hay una pandemia, una por algún coronavirus que por ejemplo provoque Covid-19. Vale, ya lo estamos padeciendo y por primera vez en la historia de la humanidad el mundo está totalmente parado.

Ansiamos una vacuna que además de necesaria, sea efectiva y también segura, claro. Bien, no hay que preocuparse (¿o sí?), GSK -y ni se sabe cuántos laboratorios hoy en el mundo- están en ello. Lo hacen además ayudados por los estados, el remedio que buscan los investigadores de GlaxoSmithKline tiene apoyo económico del Reino Unido, país donde se afinca la compañía.


La situación no está para bromas ni especulaciones, urgen los remedios válidos. Y como ya ocurrió con la pandemia que en este caso no fue, la de gripe A de 2009-10, GSK y los demás laboratorios reciben unos mimos y cuidados que no se producen en situaciones normales.


Una vacuna tarda en conseguir, haciendo las cosas bien, entre un año y año y medio. La tentación de ahorrar tiempo es comprensible, la población tiene miedo a enfermar de Covid-19.

No sabemos qué ocurrirá, está por ver quién conseguirá primero la vacuna, cuántas será seguras y eficaces y qué otros tratamientos irán apareciendo. Lo que sí sabemos es que el modelo de recortes y privatizador puede producir efectos secundarios indeseables. Durante la no pandemia de gripe citada, los grandes laboratorios vieron cómo las agencias e instituciones reguladoras de medicamentos les eximían de cumplir protocolos y fases de experimentación esenciales a la hora de ensayar sus vacunas, inadmisibles en «tiempos de paz» (al parecer estamos en guerra contra un virus).

Se forzó el acortamiento de plazos para conseguir lo más rápido posible una vacuna, un tratamiento que previniese esa gripe que nos decían que mataría a más de 100 millones de personas y que por suerte luego no fue cierto. Y además, los estados aseguraron por contrato a las farmacéuticas que si fruto de las prisas sus remedios salían de aquella manera, mal, si provocaban graves efectos secundarios en la población, quedarían eximidas de responsabilizarse ante los tribunales de Justicia.

Miedo -aunque infundado- de la población, prisas, ayudas económicas de los organismos públicos y exenciones legales poco democráticas fueron el cóctel que produjo, por ejemplo, la vacuna Pandemrix de GlaxoSmithKline, la principal marca donante de la OMS sí. Y ¿qué ocurrió? Que la Ciencia no entiende de prisas humanas ni comerciales y algo falló. Pandemrix provocó, en personas sanas, sin gripe, que se la pusieron multitud de cuadros de narcolepsia, una enfermedad del sistema nervioso.


Fue, como publicó años más tarde, en 2018, el prestigioso Bristish Medical Journal (BMJ), una «catástrofe evitable».


No sé si aprenderemos la lección, espero que no tengamos que lamentar nuevas catástrofes evitables con el actual coronavirus pero las cosas están haciéndose mal.

Nuestra salud no puede dejarse en manos de organismos mundiales que gestionan pandemias subvencionados por los fabricantes de los principales remedios para esas pandemias.

Hoy los presidentes de los gobiernos repiten en cada intervención pública su esperanza en que «se encuentre una vacuna» para el Covid-19. ¿Pero cuántos van a señalar y hacer algo por corregir el fallo estructural, sistémico del que es rehén la humanidad hoy? ¿Cuántos entenderán la importancia de tener industrias sanitarias públicas fuertes que atiendan (no sólo en tiempos de pandemia) las necesidades básicas de la población?

¿Para cuándo una OMS, si es que es posible «salvarla», INDEPENDIENTE que coordine centros de investigación y desarrollo público de tratamientos (o de validación de los existentes) ante posibles emergencias sanitarias?



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