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lunes, 27 de enero de 2014

LOS NIÑOS SON “BOMBARDEADOS” CON LA PUBLICIDAD DE LOS LLAMADOS ALIMENTOS CHATARRA | UAM-BOLETIN027-20140127

UAM-Boletín 027
27 de enero de 2014
LOS NIÑOS SON “BOMBARDEADOS” CON LA PUBLICIDAD DE LOS LLAMADOS ALIMENTOS CHATARRA

*A los pequeños se les ofrece anuncios de alimentos y bebidas altos en grasas, azúcares y sodio, y a los adultos productos para no ganar peso y para perderlo *La legislación en materia de regulación de publicidad en alimentos en México es escueta y poco clara; sin embargo, “ya no puede esperar más”




En México 26 por ciento de los comerciales trasmitidos durante la programación infantil de los canales de televisión abierta promueven el consumo de bebidas y alimentos altos en grasas, azúcares y sodio. La ingesta elevada de estos componentes alimenticios está asociada a enfermedades como el sobrepeso, la obesidad, la diabetes, la hipertensión y las dislipidemias o alteraciones de lípidos en la sangre.

La licenciada en nutrición Diana Pérez Salgado, egresada de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), afirma que los niños son “bombardeados” con la publicidad de los llamados alimentos chatarra.

En el estudio Publicidad de alimentos en la programación de la televisión mexicana, Pérez Salgado apunta que hay una marcada diferencia entre los anuncios difundidos en programas infantiles y los que circulan durante la programación para adultos.

“Mientras que a los niños se les dirigen mensajes sobre bebidas y cereales azucarados, así como grasas; a los adultos se les venden bebidas sin calorías y alimentos que están asociados con un peso corporal saludable. Es irónico que a los niños, que son muy vulnerables, se les ofrezca los más dañino; y a los adultos, productos para no ganar peso y para perderlo”.

El trabajo fue distinguido en 2010 con el primer lugar del Premio Fondo Nestlé en Investigación en Nutrición en la categoría de Investigación Socioantropológica, entregado por esta empresa, la Fundación Mexicana para la Salud y el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, entre otras instancias.

En la investigación se expone que 17 por ciento de la programación de los once canales de televisión abierta está destinado a comerciales; 20 por ciento de la programación dirigida a niños son anuncios y del total de los comerciales vistos por el público infantil 26 por ciento son publicidad de alimentos y bebidas altos en grasas, azúcares y sodio.

Los alimentos chatarra, las bebidas azucaradas y los caramelos son los productos que más se anuncian en los horarios destinados al público infantil, seguidos por los cereales con azúcar añadido, los pastelitos, frituras y galletas; y en tercer lugar alimentos como cereales, pan, tortillas, tostadas y grasas y aceites para cocina.

La principal estrategia utilizada para publicitar estos productos son las promociones, con un 56 por ciento del total de los anuncios: obsequiando juguetes u ofreciendo participar en algún concurso.

La segunda es la asociación con emociones positivas: niños alegres en alguna aventura o diversión. La aparición de algún cantante, actor, deportista o figura pública representa el tercer el método para anunciar estos alimentos.

El texto también indica que 15 por ciento de la programación vista por adultos son comerciales. De éstos, los dedicados a alimentos y bebidas, son sobre todo refrescos bajos en calorías, agua baja en sales y comestibles con edulcorantes.

Pérez Salgado asegura que estas cifras y la caracterización de los comerciales por edad de las personas a quienes están dirigidos nunca se habían registrado en algún estudio en México: “hacía falta el registro cuantitativo y cualitativo de los anuncios, evidenciar qué se publicita y cómo, ni siquiera esa información había para nuestro país, faltaba la evidencia de qué están viendo los niños”.

“A los niños se le anuncian más alimentos que a los adultos y son los que contienen más grasas, calorías y sodio por porción”. Y advierte: “cero anuncios de alimentos saludables en lo que nosotros monitoreamos”.

Para esta investigación se monitorearon los 11 canales de televisión abierta, cada uno un día entre semana y un día en fin de semana, de julio a octubre de 2007. Se grabaron 330 horas de programación y se registró la duración de cada comercial y el tipo de programa en que apareció.

La investigadora señala que la legislación en materia de regulación de publicidad en alimentos en México es escueta y poco clara.

En 2009 se firmó el Código de Autorregulación de Alimentos y Bebidas Dirigidas al Público Infantil entre productores, la Secretaría de Salud y la Procuraduría Federal de Consumidor, el cual no restringe el tipo de programación ni de productos, incluso carece de un apartado con la definición de sus conceptos básicos y de un capítulo con las sanciones a las empresas que infrinjan lo convenido.

Agrega que lo referido en el artículo 67 de la Ley General de Radio y Televisión es ambiguo. Esta ley consigna que la publicidad no debe ser engañosa, no debe exagerar o falsear las propiedades de los productos, ni distorsionar los hábitos de la buena nutrición. En opinión de la experta, la publicidad en televisión no cumple con tales características.

Pérez Salgado asegura que el último intento por llevar adelante una propuesta de regulación no procedió porque ésta se encontraba poco justificada con argumentos científicos y por la falta de énfasis en las encuestas nacionales de salud y nutrición.

Además quienes impidieron su avance afirmaron que se intentaba estigmatizar ciertos productos, que México está sujeto a numerosos acuerdos económicos que prohíben barreras injustificadas al comercio y que la obesidad es un problema de origen multifactorial, no sólo debido al consumo de algunos tipos de alimentos.

La investigadora sostiene que “la regulación en la publicad de alimentos ya no puede esperar más, si bien la obesidad es un problema multifactorial, hay que ir atacando cada uno de esos factores, entre ellos la publicidad”.

Considera que la regulación de los anuncios de alimentos no es una utopía, se logró con el tabaco, producto del cual se prohibió la publicidad en medios electrónicos, se aumentó el impuesto a su venta y se han hecho intervenciones educativas en las escuelas.

“Si el gobierno pone ciertos lineamentos, entonces las empresas se verán obligadas a desarrollar productos más saludables para que se puedan publicitar y promover; es cuestión de respetar los intereses comerciales y las decisiones individuales, pero viendo por el bienestar de la población”, concluye.

Publicidad de alimentos en la programación de la televisión mexicana se publicó en la revista Salud Pública de México con la colaboración de los doctores Luis Ortiz Hernández y José Alberto Rivera Márquez.

lunes, 6 de enero de 2014

Elaboran cereal con nopal y avena para combatir sobrepeso y obesidad | Noticias

  • Elaboran cereal con nopal y avena para combatir sobrepeso y obesidad
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  • 05 Ene 2014
  • Fuente: Agencias

Elaboran cereal con nopal y avena para combatir sobrepeso y obesidad

El cereal Kampin está elaborado con base en harina de avena con nopal y arándanos, además de zumo y ralladura de cítricos, los cuales potencian los nutrientes; consumir una caja de 100 gramos aporta una buena cantidad de vitaminas A, B, B1, B2, B3, B6, B9 y C, así como calcio, potasio, fósforo y zinc con tan sólo 192 kilocalorías.

Alumnas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) aprovecharon las cualidades nutritivas del nopal, la avena y los arándanos para elaborar un cereal de fácil digestión que proporciona nutrientes esenciales y facilita la pérdida de peso en personas con problemas de sobrepeso y obesidad.
El cereal Kampin está elaborado con base en harina de avena con nopal y arándanos, además de zumo y ralladura de cítricos, los cuales potencian los nutrientes; consumir una caja de 100 gramos aporta una buena cantidad de vitaminas A, B, B1, B2, B3, B6, B9 y C, así como calcio, potasio, fósforo y zinc con tan sólo 192 kilocalorías.
El nombre Kampin se creó a partir de las iniciales de sus creadoras Ana Karen Ayala Castillo, Alejandra Pozas Sánchez, Mayra Janet Acosta Velasco, Brenda Paola Pacheco Hernández, Ingrid Tamara Ceballos Jiménez y Nayeli Toledano Perea, estudiantes del tercer semestre de la licenciatura en Nutrición del Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud (CICS) Unidad Milpa Alta, cuya viabilidad, proceso de elaboración, beneficios y presentación les permitió obtener el primer lugar en la Exposición de Alimentos Innovadores y Funcionales 2013 organizado por el plantel politécnico.
"El nopal contiene hidratos de carbono, calcio, proteínas y una gran cantidad de fibra dietética que suele prevenir y aliviar el estreñimiento y las hemorroides, al tiempo que previene la aparición de cáncer de colon. Algunos estudios han demostrado sus propiedades en el tratamiento de la obesidad al retardar el tiempo en que se absorben los nutrimentos y proporciona la sensación de saciedad", explicaron las alumnas.
Añadieron que incrementa los niveles y la sensibilidad a la insulina, lo que ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre y la prevención de diabetes; además, los aminoácidos, la fibra y la niacina metabolizan la grasa provocando una considerable reducción en el colesterol "malo" en la sangre; los mucílagos que contiene la planta protegen la mucosa gastrointestinal.
Otro de los ingredientes del cereal Kampin es la avena que, aseguran las alumnas politécnicas, es uno de los alimentos más completos porque aporta fósforo, magnesio, zinc, potasio y polifenoles que, cuando son combinados con la vitamina C, a través del zumo y la ralladura de cítricos, aumenta su poder antioxidante.
"Al igual que el nopal, la avena también ayuda a reducir el colesterol, porque posee fibra soluble que absorbe agua, toxinas y exceso de colesterol malo en la sangre; por su bajo contenido en sodio y alto aporte de potasio, y como los hidratos de carbono llegan lentamente a la sangre, lo hacen un alimento adecuado para diabéticos, deportistas y niños", indicaron.
Respecto al arándano, señalaron que es una baya libre de grasas, sodio y colesterol, rico en fibra, potasio, hierro, calcio, diversos ácidos orgánicos, anthocianos y carotenoides de acción antioxidante que ayudan a neutralizar los radicales libres, nocivos para el ser humano.También contiene vitamina C que, junto con el zumo y la ralladura de los cítricos, contribuyen a la absorción de hierro.
"Actualmente en el mercado existen cereales que contienen gluten, edulcorantes y conservadores que, en lugar de beneficiar, pueden llegar a dañar al organismo, por eso quisimos aportar algo natural, con alto valor nutritivo, sin gluten ni colesterol y que pueda estar al alcance de todas las personas", señalaron.
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sábado, 4 de enero de 2014

La importancia de la espiritualidad para la salud [BoffSemanal-20131122]

La importancia de la espiritualidad para la salud

2013-11-22


Por regla general todos los trabajadores de la salud han sido modelados por el paradigma científico de la modernidad que ha hecho una separación drástica entre cuerpo y mente y entre ser humano y naturaleza. Así se han creado muchas especialidades que tantos beneficios han traído para el diagnóstico de las enfermedades y también para las formas de curación.
Reconocido estos méritos, no podemos sin embargo olvidar que se ha perdido la visión de totalidad: el ser humano dentro de una visión más amplia de la sociedad, de la naturaleza y de las energías cósmicas, la enfermedad como una fractura de esta totalidad, y la curación como la reintegración en ella.
Hay en nosotros una dimensión que responde por el cultivo de esta totalidad, que vela por el eje Estructurador de nuestra vida: es la dimensión del espíritu. Espiritualidad viene de espíritu; es el cultivo de lo que es propio del espíritu, su capacidad de proyectar visiones unificadoras, de relacionar todo con todo, de conectar y reconectar todas las cosas entre sí y con la Fuente de Originaria de todo ser.
Si el espíritu es relación y vida, su opuesto no es materia y cuerpo sino la muerte como ausencia de relación. En este sentido, espiritualidad es toda actitud y actividad que favorece la expansión de la vida, la relación consciente, la comunión abierta, la subjetividad profunda y la trascendencia como modo de ser, siempre dispuesto a nuevas experiencias y a nuevos conocimientos.

Los neurobiólogos y estudiosos del cerebro han identificado la base biológica de la espiritualidad; se encuentra en el lóbulo frontal del cerebro. Descubrieron empíricamente que siempre que se captan los contextos más globales o se produce una experiencia significativa de totalidad o también cuando que se abordan de forma existencial (no como objeto de estudio) realidades últimas cargadas de sentido, y se producen actitudes de adoración, devoción y respeto, hay una aceleración de las vibraciones periódicas de las neuronas localizadas allí. A este fenómeno lo llamaron el «punto Dios» en el cerebro o la aparición de la «mente mística» (Zohar, SQ: Inteligencia Espiritual, 2004). Es como un órgano interior por el cual se capta la presencia de lo Inefable dentro de la realidad.
Este hecho constituye un avance evolutivo del ser humano que, como ser humano-espíritu, percibe la Realidad Fontal sustentando todas las cosas. Se da cuenta de que sorprendentemente puede entablar un diálogo y buscar una comunión íntima con ella. Tal posibilidad lo dignifica, pues lo espiritualiza y lo conduce a un mayor grado de percepción del Enlace que conecta y reconecta todas las cosas. Se siente dentro de ese Todo.
Este «punto Dios» se revela por valores intangibles como más compasión, más solidaridad, más sentido de respeto y dignidad. Despertar este «punto Dios», quitar las cenizas con las que una cultura excesivamente racionalista y materialista lo cubrió, es permitir que la espiritualidad aflore en la vida de las personas.
A fin de cuentas espiritualidad no es pensar a Dios, sino sentir a Dios a través de ese órgano interior y experimentar su presencia y actuación desde el corazón. Lo percibimos como entusiasmo (en griego significa tener un dios dentro) que nos lleva y nos sana y nos da voluntad de vivir y de crear continuamente sentidos de existir.
¿Qué importancia prestamos a esta dimensión espiritual en el cuidado de la salud y de la enfermedad? La espiritualidad tiene una fuerza curativa propia. No es de ninguna manera algo mágico y esotérico. Se trata de potenciar las energías características de la dimensión espiritual, tan válida como la inteligencia, la libido, el poder, el afecto entre otras dimensiones de lo humano. Estas energías son altamente positivas como amar la vida, abrirse a los demás, establecer lazos de fraternidad y solidaridad, ser capaz de perdón, de misericordia y de indignación ante las injusticias de este mundo, como lo hace ejemplarmente el Papa Francisco.

Además de reconocer todo su valor a las terapias conocidas hay todavía un supplément d'âme como dirían los franceses, un complemento de lo que ya existe, que lo refuerza y enriquece con factores oriundos de otra fuente de curación. El modelo establecido de medicina no tiene, por supuesto, el monopolio del diagnóstico y la curación. Es aquí donde se abre camino la espiritualidad.
La espiritualidad en primer lugar fortalece en la persona la confianza en las energías regenerativas de la vida, en la competencia del médico/a, en el cuidado diligente del enfermero/a. Sabemos por la psicología profunda y la transpersonal el valor terapéutico de la confianza en el curso normal de la vida. Confianza significa básicamente decir: la vida tiene sentido, vale la pena, tiene una energía interna que la autoalimenta, es preciosa. Esta confianza pertenece a una visión espiritual del mundo.
Pertenece a la espiritualidad la convicción de que la realidad que captamos es más de lo que los análisis nos dicen. Podemos tener acceso a la misma por los sentidos interiores, por la intuición y por los caminos secretos de la razón cordial. Se puede ver que hay un orden subyacente al orden sensible, como sostenía siempre el gran físico cuántico, y premio Nobel, David Bohm, alumno predilecto de Einstein.
Este orden subyacente responde de los órdenes visibles y siempre puede traernos sorpresas. A menudo los mismos médicos se sorprenden de la rapidez con que alguien se recupera o cómo situaciones consideradas normalmente como irreversibles, retroceden y acaban curando. En el fondo es creer que lo invisible e imponderable es parte de lo visible y previsible.
Pertenece también al mundo espiritual, la esperanza inquebrantable de que la vida no termina con la muerte, sino que se transfigura a través de ella. Nuestros sueños de regresar a la vida normal desencadenan energías positivas que contribuyen a la regeneración de la vida enferma.
Una fuerza mayor, sin embargo, es la fe de sentirse en la palma de la mano de Dios. Entregarse confiadamente a su voluntad, desear sinceramente la curación, pero también aceptar serenamente si nos llama a si: esto es la presencia de la energía espiritual. Nosotros no morimos, Dios viene a buscarnos y a llevarnos a donde pertenecemos desde siempre, a su casa a convivir con Él. Tales convicciones espirituales actúan como fuentes de agua viva, generadoras de curación y de potencia de vida. Es el fruto de la espiritualidad.      


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